En el pueblo las fiestas y
celebraciones estaban frecuentemente ligadas al transcurrir
cotidiano de la vida, a las épocas del año,
y, cómo no, a las fiestas religiosas. Unas fechas importantes
eran las navidades:
- Se cantaba en Nochevieja con zambombas por
todas las casas, y sonaba un zambombeo que "pa qué".
África de Castro
Pero también la llegada de la primavera
daba lugar a cantos y celebraciones:
- El treinta de abril, casi a la media noche
se reunían los mozos con guitarras, bandurrias y almirez,
y buscaban ventanas o balcones donde sabían que vivía
alguna moza... Era costumbre, al día siguiente, cobrar
los mayos. Cada moza o jovencita había preparado una
o dos docenas de huevos, que daban a los mozos... Después
se los repartían y aquellos a quienes se había
adjudicado una "maya", iban a casa de ella para
comérselos juntos e ir al baile. José Usón
La misa de los domingos se convertía en
un punto de encuentro para todos los habitantes del pueblo,
algo que rompía la rutina habitual. Hay diferentes
testimonios respecto a la asistencia al acto religioso, pero
casi todos los abuelos recuerdan de forma entrañable
los bailes y reuniones que se organizaban por la tarde:
- Nos juntábamos en casa de una amiga
de la abuela y allí hacíamos bailes, llevábamos
guitarras, bandurrias y esas cosas y allí pasábamos
la mayor parte de los sábados y domingos. Comprábamos
tres reales de "alcagüeses" y estábamos
comiendo "tó" la tarde; y entonces no había
aguardiente, un vasito vino que era lo que más había
corriente. Pedro Martín
- Los domingos teníamos dos salones
y un pianillo y allí bailábamos toda la juventud.
¡Meca! Y qué canciones se cantaban entonces, hija. Adolfo Hernando
Había determinados santos y santas a los
que se les tenía especial devoción, eso sin
tener en cuenta el santo patrón de cada pueblo. En
estas ocasiones la celebración era mayor y solía
haber rondas, alboradas, romería, encierros y por la
tarde, baile, al que acudían también los habitantes
de los pueblos vecinos.
- La alborada la hacían el día
de las fiestas por la mañana.
Unos daban dinero, otros centeno, otros trigo. Lo que les
parecía mejor. Al que había dado más
le mandaban la música para rondarles. Emilio Tallos
Pero, como siempre, los que mayor creatividad
demuestran a la hora de divertirse, teniendo en cuenta la
precariedad de medios, son los niños:
- Cuando éramos pequeñas no
había juegos como ahora. Jugábamos a los cacharritos
con lo que teníamos, con los culos de los tazones y
con los platos rotos. Machacábamos los tajes y era
pimentón, judías y esas cosas. Nos hacíamos
muñecas de trapo y el pelo era de lana. Mercedes
Benito
La dureza de la vida y los trabajos del campo
obligaba a veces a acompañarlos de cantos para sobrellevarlos
mejor.
- Cuando íbamos todas a lavar al arroyo,
que íbamos las mujeres viejas y otras más jóvenes,
allí cantábamos en el arroyo. Marcelina
Muñoz
No podemos despedir este capítulo sin
hacer una mención del baile, momento celebrado por
la posibilidad que ofrecía de establecer contacto entre
mozos y mozas.
- Limpiábamos un pajar en el
que había ovejas y aquel era el salón de baile,
y todos a bailar al pajar. Llevábamos una orquesta...
Había jotas, que no se agarraba, y el rondó,
que tampoco. Teníamos un tambor y una gaita para la
romería. Luego tuvimos un "picú",
que es como un altavoz. Alejandro Herranz
- Me gustó siempre mucho bailar,
bailar. Pero claro, entonces se bailaba "agarrao".
Faustino García
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