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Júpiter
(rev. de un follis de Constantino ) |
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Hércules
(rev. de un denario de Trajano) |
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Roma
(anv. de un denario del 138 a.C.; en el rev., los
dióscuros) |
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Libertad
(anv. de un denario del 54 a.C.; en el rev., abolición
de la monarquía por Bruto) |
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Marco
Aurelio (denario; en el rev., Concordia) |
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Felicidad
(rev. de un denario de Tito) |
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Botín
de guerra (rev. de un denario de Julio César) |
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Enseñas
legionarias (rev. de un denario de Marco Antonio; en
el anv., nave de guerra |
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El
emperador reparte alimentos entre los ciudadanos (rev. de
un denario de Nerva) |
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La
provincia de Dacia (rev. de un denario de Trajano) |
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Eneas
lleva a su padre Anquises y sujeta el Paladio, en el rev.
de un denario de Julio César |
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Denario
de Bruto que conmemora el asesinato de César |
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Silla
curul, en el rev. de un denario (46 a.C.). En el anv.,
Apolo
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1.
Los anversos: dioses y mortales |
Las
primeras monedas de forma lenticular llevaron en sus anversos
las efigies de diversas divinidades. La primera quizá
fuese la del dios Jano
(una de las pocas divinidades itálicas sin un equivalente
griego), que aparecía ya en aquellos descomunales ases
fundidos del siglo III a.C. Las monedas divisionarias del
as también tuvieron la efigie de un dios: Júpiter
en el semis, Minerva
en el triente, Hércules
en los cuadrantes, Mercurio
en los sextantes, y Belona
en las onzas. Además de las citadas divinidades, en los
anversos de las monedas republicanas pueden identificarse
los bustos de otras muchas, a veces con atributos
variados: Apolo con cintas, laureado o diademado;
Juno de
Lanuvio (donde tenía un santuario), Sóspita o velada;
Venus con casco o diademada, etc. El anverso
de la moneda era el lado de privilegio; la divinidad que
en él figuraba recibía de este modo una manifestación
de culto especial. El magistrado monetario que había
mandado acuñar la pieza en nombre del Estado expresaba
con ello su voluntad de que la comunidad quedase bajo la
protección de la divinidad de turno.
Durante
la República no era corriente grabar en las monedas las
efigies de divinidades alegóricas, ya que éstas
florecieron más tarde bajo la inspiración helenística.
Sin embargo algunas alegorías ya contaban en Roma con una
tradición antigua antes de que los romanos batiesen
moneda: Fortuna,
Libertad,
Salud
y Victoria
aparecen en los anversos de muchas monedas republicanas.
Desde las primeras monedas de plata, también se
encuentra, y con profusión, la personificación de la
ciudad y de su poderío, la diosa Roma,
bajo la apariencia de una joven cubierta con un casco
alado, mirando generalmente hacia la derecha.
Los
dioses que decoraban los anversos de las monedas
dejaron sitio a los mortales a partir de Julio César,
siguiendo también precedentes griegos. Puede decirse que
ocupar el anverso de la moneda con la efigie propia
suponía para el retratado verse ascendido a la
categoría divina, algo que no estaba lejos de la
realidad: Julio César se tenía por descendiente de
Venus, y a su muerte fue consagrado, es decir, incorporado
al número de los dioses. Los emperadores siguieron esta
misma tendencia, pero la mayoría de ellos no tuvo que
esperar la apoteosis póstuma, ya eran dioses vivos, al
menos en sus pretensiones y en las de la propaganda
imperial. |
2.
Cara:
Retratos imperiales |
Durante
la época imperial, desaparece la riqueza y variedad de
los anversos republicanos. Los retratos del emperador, y
ocasionalmente de la emperatriz u otro miembro de la
familia imperial, instituyen un monopolio, pocas veces
roto. El retrato en las monedas se convierte así en una
especie de subgénero, hermano menor de la variante
escultórica que tan altas cotas alcanzó en Roma. La
pericia de los grabadores es patente en numerosos
ejemplos, detrás de los cuales se trasluce un indudable
interés personal del propio retratado por ver reflejadas
sus facciones de la manera más fiel a la realidad. Sólo
en épocas muy tardías, o en algunas acuñaciones
provinciales, con frecuencia malos remedos de las que se
hacían en la urbe, se aprecia un desdén manifiesto por
la fisiognomía, máxime si se trata de épocas en que los
reinados de los emperadores eran efímeros. |
3.
Cruz: divinidades y alegorías |
El tipo
más frecuente que puede encontrarse en el reverso
de una moneda romana es el que engloba a las divinidades y
las alegorías o personificaciones, y desde aquí
remitimos al Glosario
en el que se recogen todas las que fueron
representadas en las monedas. El estudio e identificación
de estas figuras, por sí mismas o por sus atributos,
ayuda a completar el conocimiento de los usos y costumbres
religiosas, testimoniados por otras fuentes,
arqueológicas o literarias. |
4.
Omnipresencia imperial |
El
monopolio ejercido por la presencia del emperador a veces
rebasaba el anverso y se extendía al reverso. Se
encuentran representaciones del emperador o de miembros de
su familia (el busto o el cuerpo entero), en algunas
monedas. Repartos y donativos para el pueblo a cargo de la
munificencia imperial,
celebraciones de triunfos, sacrificios ante un altar,
combates cuerpo a cuerpo con un bárbaro, etc., dan
ocasión para que el emperador esté también en la otra
cara de la moneda. Se trata de pura propaganda, pero
da cuenta en la mayor parte de las ocasiones de hechos
absolutamente reales. |
5.
Belli domique |
El
militarismo que impregnó la sociedad romana de toda
época tuvo su reflejo también en los reversos de las
monedas. Las campañas, de conquista o defensivas, los
triunfos, la vida castrense, etc., son recordados en las
acuñaciones o se convierten en motivos de propaganda. |
6.
Imperium |
La
expansión de Roma y la división provincial, con su
diversidad de pueblos y culturas
inspiró tipos muy peculiares en los que los intereses
militares y el reconocimiento de las peculiaridades
locales se hallan muy unidos. Son frecuentes las personificaciones de los
pueblos y países: Hispania, África, Partia, etc. |
7.
Arquitectos e
ingenieros |
Los romanos eran conscientes de los
logros que alcanzaron sus ingenieros. Algunos emperadores
pusieron gran empeño en embellecer no sólo Roma, sino
todo el orbe romano, con edificios monumentales que en
muchos casos aún perduran. Lo público y lo privado, lo
sacro y lo profano, lo civil y lo militar, la solución
práctica y el alarde ornamental, la mayoría de los aspectos
posibles que puedan considerarse cuentan con un testimonio
numismático. |
8.
Zoología |
Otro curioso aspecto es el que se
refiere a los motivos animales. Comenzando por el águila
legionaria, son muchos y muy variados los animales que
aparecen representados por diversos motivos en los
reversos de las monedas romanas: elefantes, leones,
cocodrilos, toros, etc. La moneda es una ventana abierta
al mundo, y estos motivos hacen evocar las tierras lejanas
y exóticas que estuvieron comprendidas dentro de los
dominios de Roma. |
9.
Leyenda e historia |
Los
orígenes de Roma, son objeto de representación más o
menos elaborada en los reversos, tanto en monedas
republicanas como imperiales. La odisea de Eneas y su
llegada al Lacio, la leyenda de Rómulo
y Remo, amamantados primero por una loba y
recogidos después por el pastor Amulio, son motivos que
trascendieron el ámbito mítico-literario y circularon
también de mano en mano. La época de la monarquía y de
su posterior abolición, la lucha entre patricios y
plebeyos durante la república primitiva, las guerras
sociales, el asesinato de César, la batalla de Accio y la
ascensión al poder de Augusto, son algunos hechos
históricos que tuvieron eco en las acuñaciones de
diversas épocas porque fueron acontecimientos que
contribuyeron a formar el carácter romano. |
10.
Imágenes y palabras |
La
expresividad de una imagen en el reverso de una moneda
puede ceder a contundencia de un mensaje exclusivamente
escrito. Una inscripción en letras capitales, completa o
abreviada, puede aparecer dispuesta en forma circular o en
varias líneas en el interior de una guirnalda, informando
sobre los títulos imperiales o sobre la conmemoración de
algún evento. |
11.
Objetos diversos |
Como
última muestra de la variedad de los motivos que adornan
las monedas romanas, queremos señalar que también se
encuentran objetos de diversa índole como figuras
centrales, casi siempre en los reversos. Es imposible
clasificarlos en categorías, dada su heterogeneidad, pero
tienen en común el hecho de que ninguno aparece de modo
gratuito o por motivos puramente ornamentales. Antes al
contrario, hay que buscar en cada uno de estos objetos una
intención precisa que ha condicionado su aparición.
podemos mencionar algunos: nave, casco, silla curul, urna,
instrumentos para el culto religioso (paganos o
cristianos), aras, columnas, etc. |
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