Artista precursor del movimiento rococó francés, como bien refleja esta recargada escena marina. El toro blanco, coronado de flores, lleva en su lomo a Europa que vuelve sus ojos hacia arriba mientras su mano sujeta un cuerno del toro. Céfiro, personificado en un joven alado, sopla sobre ellos para ayudarles a avanzar. Por el cielo y alrededor de la pareja gran número de personajes: Cupidos y divinidades marinas contemplan el paso de la regia comitiva. En el primer plano hay un tritón haciendo sonar la caracola. Otros tritones acompañados de nereidas hacen acto de presencia. Lo más sobresaliente es que también han salido en su carroza con la enorme concha marina los dioses del mar, Poseidón con su tridente y Anfitrite. El dios del mar señala con el dedo al toro. El anciano de la derecha puede ser el antiguo dios del mar, Nereo, padre de las nereidas que le acompañan.