La Imagen Fotográfica

El Laboratorio

Cámara, negativo y copia en blanco y negro

El revelado de la película en el laboratorio es una experiencia que cualquier interesado en la fotografía debería poner en práctica, a pesar de la llegada de la imagen digital. La magia de revelar las imágenes latentes de nuestra película, sólo se puede encontrar en el cuarto oscuro. La fotografía en blanco y negro nos proporciona una forma asequible de acercarnos al mundo del laboratorio, en donde con unos sencillos procesos, revelaremos nuestras imágenes.

 

Elementos esenciales para el revelado en blanco y negro

Para el revelado de la película en blanco y negro, se necesitan una serie de instrumentos y productos básicos. Por un lado el tanque de revelado con sus correspondientes espirales, donde montar la película. Los diferentes productos químicos: revelador, baño de paro y fijador. Un conjunto de probetas para preparar las soluciones y un termómetro para determinar su temperatura; y por último un reloj que nos avise de los tiempos, en las distintas fases del revelado..

 

Ilustración en sección de tanque de revelado

TANQUE DE REVELADO: El tanque de revelado es el elemento en donde se desarrollan todas la fases del proceso. Cuenta con una tapa estanca a la luz, para que después de montar la película en la oscuridad. en su espiral correspondiente, nos permita seguir con el vertido de las diferentes disoluciones a plena luz. El tanque se cierra con otro tapón a presión, que impide el derrame de los líquidos, en las sucesivas manipulaciones del recipiente.

 

 

Enrollado de la película en la espiral

En plena oscuridad se abre el chasis del carrete y se extrae con cuidado la película, insertándola en la espiral y montándola en la ranura, evitando tocar la zona de la emulsión. La película debe quedar perfectamente alojada, con espacio entre la sucesivas vueltas del enrollado en espiral. Una vez colocada la espiral en el interior del tanque, se enrosca la tapa estanca para poder seguir con el revelado.

 

 

Vertido del revelador

REVELADO DE LA PELÍCULA: Cerrado el tanque, se puede realizar el vertido de las soluciones a plena luz. El primer compuesto en utilizarse dentro del tanque es el revelador, que deberá estar a la temperatura y concentración aconsejada por el fabricante. El recipiente se agita con cuidado, invirtiéndolo para garantizar que el revelador llegue a todas las zonas de la película y repitiendo el movimiento a intervalos, durante el tiempo indicado.

 

 

Vertido del baño de paro

BAÑO DE PARO: Al final del tiempo idóneo, se saca el revelador del tanque para poder continuar con el proceso vertiendo el baño de paro. El baño de paro es una solución ácida débil (ácido acético diluido) que frena la acción del revelador. En algunos casos este ácido suele ser sustituido por agua corriente. De igual manera que con el revelador, el tanque se agita varias veces durante el tiempo necesario.

 

 

Vertido del fijador

FIJADO: Transcurrido el tiempo pertinente se vacía el baño de paro del recipiente y se vierte el líquido fijador. El fijador como su nombre indica, estabiliza y fija la imagen, eliminando los haluros de plata no expuestos de la película. Al igual que en el proceso de revelado, se agita el tanque para que el baño sea uniforme en todo el negativo.

 

 

Lavado de la película

LAVADO DE LA PELÍCULA: Una vez acabado el proceso de fijación, se devuelve el contenido del tanque a su recipiente. La película ya no es sensible a la acción de la luz y nos permite desenroscar la tapa hermética para proceder a su lavado. El tanque se coloca debajo de agua corriente, durante un tiempo mínimo de 20 minutos, asegurándose que el agua se renueva y llega hasta el fondo del recipiente.

 

 

Secado de la película

SECADO DE LA PELÍCULA: Posteriormente se extrae la película con cuidado de la espiral, colgándola en un lugar seco y libre de polvo, en donde se garantice su secado. Se puede utilizar unas pinzas especiales para escurrir el exceso de agua, que pudiera contener la película. Una vez seca se procede a cortarla en tiras de cinco a seis negativos, y a guardarlas en fundas o archivadores de plástico.

 

 

Elementos esenciales del positivado

Acabado el proceso de revelado de la película se puede proceder a su positivado en papel. Para ello se necesita una serie de equipamiento básico. La ampliadora, encargada de proyectar la imagen del negativo sobre el papel. Los productos químicos: revelador de papel, baño de paro y fijador con sus correspondientes cubetas para efectuar los baños. Un termómetro para medir la temperatura de cada una de las disoluciones, un reloj temporizador y el papel fotográfico de positivado.

 

Ampliadora

LA AMPLIADORA: La ampliadora es el elemento primordial del positivado. Insertada la película en el portanegativos, se apaga la luz blanca y se enciende la de seguridad, para proyectar y ampliar la imagen sobre el marginador que sujetará el material sensible. El cabezal se desplaza en la columna central, para determinar el tamaño de la ampliación y se opera sobre los tornillos de enfoque, hasta conseguir una imagen nítida. Se puede utilizar una lupa especial de enfoque para conseguir mayor precisión.

 

Exposición del papel fotográfico

EXPOSICIÓN DEL PAPEL FOTOGRÁFICO: Con el filtro de seguridad de la ampliadora puesto, se saca el papel fotográfico y se coloca en el marginador, con la emulsión hacia arriba. Verificado que la imagen tiene el enfoque y tamaño deseado se retira el filtro de seguridad, exponiendo el papel durante unos cuantos segundos, que dependerán del papel fotográfico utilizado. Generalmente se suelen hacer varias tiras de prueba, para determinar con mayor exactitud, los segundos adecuados de exposición.

 

 

Revelado del papel fotográfico

REVELADO: Con el papel expuesto, se puede pasar a la fase líquida del revelado. Los diferentes compuestos deben de estar preparados a sus temperaturas adecuadas y dispuestos en sus correspondientes cubetas. El primer paso es sumergir el papel en la primera cubeta del revelador, procurando que el líquido cubra perfectamente el papel, y aplicando un ligero movimiento al recipiente para facilitar la acción del revelador.

 

 

Papel fotográfico en la cubeta del baño de paro

BAÑO DE PARO: Al cabo de unos segundos empezará a revelarse la imagen que estaba latente en el papel fotográfico. Transcurrido el tiempo idóneo y cuando la imagen tiene una densidad adecuada, se saca con unas pinzas el papel de la cubeta, procurando escurrirlo antes de meterlo en la solución de paro. El baño de paro, como en el revelado de la película, se encargará de interrumpir y neutralizar la acción del revelador.

 

 

Fijación del papel fotográfico

FIJADO: El siguiente paso es sumegir el papel en la cubeta del fijador, para conseguir una imagen permanente e inalterable. Es importante seguir las instrucciones del producto fijador, ya que un tiempo excesivo de baño, puede producir un aclarado excesivo de la imagen.

 

 

 

Lavado del papel fotográfico

LAVADO: Después de tener la copia el tiempo pertinente en el fijador, se saca de la cubeta para proceder a su lavado. El agua terminará de limpiar las posibles impurezas y restos de los compuestos utilizados. Es importante que durante algunos minutos el agua corra y se renueve para conseguir un mejor acabado.

 

 

Secado del papel fotográfico

SECADO: Lavada y aclarada la copia se saca de la cubeta, escurriendo el exceso de agua para facilitar su secado. Se debe colgar en un sitio seco y libre de polvo, que pueda quedarse adherido al papel. Existen también secadoras preparadas al efecto, que facilitan esta fase del secado.

 

 

 

Fotografía enmarcada y expuesta

El trabajo del laboratorio en blanco y negro, es una experiencia asequible que no necesita de grandes exigencias en cuanto a equipamiento o requerimientos especiales. Teniendo algo de cuidado y siguiendo las instrucciones de los diferentes preparados, se consigue completar la actividad fotográfica, que comienza con la toma de la fotografía, para después revelar la película y llegar hasta su positivado.