APULEYO

VIDA Y OBRA

Apuleyo (124-180 d.C.) era norteafricano, nacido  de una familia distinguida en la colonia de Madaura, en Numidia. Su variada obra refleja el barroquismo propio de la época de los antoninos y la formación retórica que había recibido en Cartago, Atenas y Roma. Estudió filosofía (decía ser platónico), gramática y retórica (llegó a ejercer de abogado y a escribir obras sobre elocuencia). Fue un gran viajero, que movido por una gran curiosidad se interesó por todos los enigmas, las religiones orientales, los cultos mistéricos y la magia (fue acusado de hechicería, aunque resultó absuelto). Se jactaba, y no en vano, de cultivar las artes de las nueve Musas, en verso y en prosa, y lo mismo en griego que en latín. 

Fue un autor muy prolífico, aunque buena parte de su obra se ha perdido. Así sus tratados técnicos, en los que se ocupó de diversos temas, como botánica, medicina, astronomía, paremiología, etc. También tiene obras filosóficas en las que plasma sus ideas platónicas y peripatéticas: en De deo Socratis trata acerca del genio particular que guiaba a Sócrates; en De Platone et eius dogmate expone las doctrinas de Platón; y traduce a Aristóteles en De mundo.

De su obra retórica sólo conservamos una antología de florituras estilísticas llamada Florida, y el discurso que pronunció en su propia defensa cuando se le acusó de haberse casado con un viuda acaudalada mediante las artes de la hechicería, Apología o Pro se de Magia.

De su obra destaca la novela El Asno de oro (Asinus aureus) llamada también Metamorfosis. La cuestión de la originalidad de esta obra sigue abierta. Al parecer Apuleyo se inspiró en un relato corto, Lucio o el asno, del autor griego Lucio de Patrás, de quien Luciano de Samosata hizo también un resumen. No obstante, Apuleyo introduce novedades en el argumento de los autores griegos: inserta varias novelas breves en la narración original y pone un final en el que la diosa Isis interviene ex machina para salvar al protagonista, elementos que no están en el texto griego.

La novela cuenta en primera persona las peripecias de Lucio, un mercader corintio que se encuentra viajando por Tesalia y que se convierte accidentalmente en asno, conservando, sin embargo, su alma humana. 

Con la figura de asno entra al servicio de distintos amos, como si de una novela picaresca se tratase: bandidos, comerciantes, soldados, falsos sacerdotes, esclavos, etc. Aunque no tiene el don de la palabra, Lucio observa y describe todas las capas de la sociedad de modo vívido y realista. 

A lo largo de la obra se van mezclando el patetismo, la comicidad y la sátira, a veces representados en las historias menores que se van engarzando para complicar la trama. Pero Apuleyo también se vale de los tonos románticos y míticos, como en el caso del cuento de Cupido y Psique, relatado por la criada de unos bandidos, que ocupa casi una quinta parte del total.

El asno de oro fue muy leído durante la Edad Media e influyó en autores como Bocaccio y Cervantes.

Resumen del relato de Cupido y Psique

Psique era una princesa que tenía tres hermanas, a las cuales sobrepasaba en belleza. Las hermanas se fueron casando, pero la belleza de Psique alejaba a los pretendientes. Instigados por el oráculo, los padres de Psique la ataron en una roca para que la tomase un monstruo. En ese trance, Psique fue arrastrada por el viento; se durmió, y al despertar se encontró en un palacio en el que sintió una presencia que identificó con el esposo del que había hablado el oráculo. Así pasó el tiempo; durante el día Psique vivía sola y por la noche era visitada por su esposo, al que no podía ver. Pidió permiso para visitar a su familia; durante la visita, sus hermanas la convencieron para que tratase de ver a su marido encendiendo una lámpara mientras éste dormía. Temblorosa al ver el hermoso cuerpo de Cupido, Psique dejó caer sobre él una gota de aceite de la lámpara y lo despertó. El dios repudió a la joven, quien desde entonces anduvo errante. Perseguida y apresada por Venus, celosa de su belleza, fue finalmente rescatada por Cupido. Luego, con el beneplácito de Júpiter, el dios Cupido y la mortal Psique contrajeron matrimonio definitivamente.