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A pesar de que los madrileños afirman que su ciudad es la más segura de Europa, después de Lisboa, conviene tomar medidas para evitar o prevenir “sustos”.
Piensa que los ladrones prefieren atracar o robar a los turistas, ya que suelen llevar bastante dinero encima y objetos de valor, además sus visitas son breves con lo que no suelen ir al juicio y el ladrón no se le puede condenar a pesar de que se le haya detenido. En la funesta ruleta de la delincuencia todos tenemos número, así que ... ¡¡más vale prevenir!!
A grandes rasgos, aconsejamos las precauciones lógicas que se han de tener si visitamos cualquier ciudad, o sea:
- Informarse antes de adentrarse en barrios no conocidos. Según la Policía las calles en las que se producen más delitos contra turistas son: la calle Atocha, Gran Vía, plaza de España, Puerta del Sol y paseo del Prado. Otros lugares “peligrosos” son la plaza de Oriente, la plaza de Colón y el aeropuerto, es decir, las zonas más turísticas, que es por donde nos moveremos nosotros.
- Precaución en la cercanía de museos y otros lugares de atracción turística que suelen ser los preferidos por los pícaros.
- En algunas líneas de autobús y metro hay carteristas; cuidado con los bolsillos exteriores de las mochilas y riñoneras. Cambiaros la cartera al bolsillo delantero del pantalón.
- Cuando viajes en autobús, tren o metro no quedarse cerca de la puerta porque es donde se producen la mayoría de los robos justo antes de cerrar la puerta.
- La mayoría de los robos son tirones de bolsos o mochilas, hurtos —robo de algo sin violencia— y cada vez más, aunque sigue siendo una minoría, robo con violencia.
- Nunca perder de vista objetos tales como bolsos, mochilas, ... pues los ladrones trabajan en equipo y mientras uno te distrae llamando tu atención sobre algo o haciéndote una pregunta ... otro se larga con tu bolso, mochila, cámara, móvil, ...
- No hacer ostentación de dinero ni aparatos electrónicos. (Móviles, Mp3, ipod, cámaras de fotos, …)
- Cuidado con las calles solitarias.
- Es muy fácil para cualquiera de nosotros identificar en nuestra ciudad a los que no son de ella, sigamos el mismo proceso y no nos disfracemos de guiris (el típico turista) para poner fácil el objetivo a los ladrones de lo ajeno.
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