MARCIAL

VIDA Y OBRA

El epigrama literario alcanzó su más alta cima con Marco Valerio Marcial (40 d.C-104), que lo cultivó en exclusiva y estableció las características que hoy sirven para definirlo.

Marcial nació en Bílbilis (act. Calatayud). Marchó a Roma para completar sus estudios de jurisprudencia, y allí se estableció para pasar la mayor parte de su vida. En Roma se puso como cliente al servicio de los Flavios, Tito y Domiciano, a quienes adulaba y divertía componiendo obras de circunstancias, y de los que recibió algunos honores. Sin embargo, con el advenimiento de Nerva y Trajano cayó en desgracia, a tal punto que en año 98, ya pobre y viejo, decidió regresar a su ciudad natal, aceptando la finca que un dama rica, admiradora suya, le regaló .

Marcial había llevado una vida agitada en Roma, cuyos encantos lo sedujeron siempre, pese a la añoranza de su lugar de origen. Hizo una pequeña fortuna que le permitió logra el rango ecuestre. Allí conoció a Quintiliano, a Plinio el Joven y a Juvenal. 

Tenía un extraordinario poder de concentración cómica, similar al de Aristófanes o Plauto, al que se unían su gran capacidad de improvisación, su ingenio agudo y sus dotes de observación. En sus poemas ofrece una visión penetrante de la sociedad y pinta con maestría la vida cotidiana de Roma, con sus chismes, anécdotas y sucesos.

Cataloga diferentes tipos de hombres: el débil, el criticón, el charlatán; sin embargo, y a diferencia de los poetas satíricos, cuando el ataque es grosero designa a sus víctimas mediante pseudónimos. En realidad, con su burla mordaz no pretende moralizar, ya que él mismo es un parásito.

Marcial escribió alrededor de 1500 epigramas, editados en quince libros, uno a uno o por grupos, precedidos de un prólogo en verso o en prosa en el que se defiende de los ataques de los autores clasicistas y retóricos, que entonces estaban de moda. 

El primer libro, Liber spectaculorum, tiene por objeto los festivales circenses de Tito y Domiciano, una de las vivencias que más le atraían de Roma. Los libros XIII y XIV, Xenia y Apophoreta, recogen los epigramas utilizados para acompañar los regalos que se hacían con ocasión de las fiestas Saturnales. Los doce libros restantes son de temas variados: literatura, sociedad, temas personales, etc.