El encéfalo de los mamíferos coordina y controla la mayor parte de las funciones vitales y está constituido por tres órganos bien diferenciados, el cerebro, el cerebelo y el bulbo raquídeo. El encéfalo es la estructura más compleja del sistema nervioso, se encarga de coordinar las funciones vitales y de generar respuestas ante los estímulos que proceden del interior o del exterior del cuerpo.
En la cabeza se encuentran situados multitud de receptores nerviosos que se agrupan para formar los diferentes órganos de los sentidos: ojo, oído, olfato, gusto y tacto.
1.2.1. Ojo: el ojo de los mamíferos es un órgano sensorial complejo que transforma, la longitud de onda visible y las imágenes en impulsos eléctricos que son interpretados en el cerebro. La retina, es la capa donde se sitúan las células sensoriales. Las principales estructuras que conforman el ojo en la especie humana son de fuera hacia adentro: esclerótica, córnea, coroides, iris, retina, nervio óptico, cristalino.
1.2.1.1. Esclerótica: la esclerótica constituye la cubierta rígida del globo ocular y en su parte anterior se vuelve transparente conformando la córnea. El tejido de la esclerótica es un tejido conjuntivo muy rico en fibras que se disponen de manera ordenada y paralela al borde del globo ocular.
1.2.1.2. Córnea: la córnea conforma la envuelta transparente y rígida que se sitúa por delante del iris; en la parte contigua la córnea se transforma en una capa opaca que se extiende por toda la porción restante del globo ocular dando lugar a la esclerótica. Tanto la córnea como la esclerótica están constituidas por tejido conjuntivo muy rico en fibras semirígidas y transparentes en el caso de la córnea.
1.2.1.3. Coroides: se trata de una capa de tejido conectivo que se situa entre la capa más externa del ojo, esclerótica, y la retina a la que sirve de soporte, es una capa de tejido conectivo muy vascularizada y semirígida que se extiende hasta la parte anterior del ojo donde llega a fundirse con el iris.
1.2.1..4 Iris: el iris está formado por un conjunto de fibras musculares lisas que se disponen de forma radial, generalmente el iris es una zona pigmentada cuya función es la de regular el diámetro del haz luminoso que penetra en el ojo.
1.2.1.5. Retina: la retina es la capa del ojo en la que están contenidas las células nerviosas especializadas en transformar los estímulos luminosos en estímulos eléctricos; estas neuronas de aspecto característico son los conos y los bastones y se disponen en varias capas en la retina. En los animales que presentan visión en color los conos son los responsables de este tipo de percepción, los animales que ven en blanco y negro poseen sólo bastones. La retina tapiza toda la parte interna del ojo y se asienta sobre otra estructura algo más rígida que se denomina coroides.
1.2.1.6. Nervio óptico: el nervio óptico arranca de la parte posterior del globo ocular a partir de los axones de las neuronas que están conectadas a la retina y transmite los impulsos elécticos a las áreas de la visón situadas en la corteza del cerebro. La zona de la retina que coincide con el nacimiento de este nervio presenta muy pocas células sensoriales, éste área constituye un punto ciego denominado fóvea o mácula lútea.
1.2.1.7. Cristalino: el cristalino conforma la lente más importante del ojo, se trata de una estructura de tejido conectivo que puede variar su curvatura en función de la tracción que sobre ella ejerzan los musculos ciliares durante el mecanismo de enfoque.
1.2.2. Oído:
El órgano de la audición está situado en el oído interno y constituido por la cóclea o caracol está situada en una oquedad del hueso temporal; en su interior se halla el órgano de Corti que contiene neuronas especializadas en transformar las vibraciones sonoras en impulsos eléctricos. La cóclea es el órgano auditivo por excelencia de los mamíferos, también recibe el nombre de caracol por su forma. Su interior presenta dos canales por los que circula un líquido que es el que estimula a las células sensoriales situadas a lo largo de todo el conducto espiral, estas células sensoriales se agrupan en el órgano de Corti. El caracol se encuentra alojado en unas cavidades excavadas en el hueso, junto con otras estructuras del oído interno como los canales semicirculares, el utrículo y sáculo.
1.2.3. Olfato:
El interior de las fosas nasales en los mamíferos está tapizado por un epitelio ciliado que presenta en algunas regiones una alta concentración de terminaciones nerviosas libres y que conforma el sentido del olfato y que constituye la mucosa olfatoria. La mucosa olfatoria contiene millones de terminaciones nerviosas entre el epitelio que tapiza la cavidad nasal, estas terminaciones neuronales son las responsables de la percepción de los olores. Esta región sensorial, tradicionalmente denominada pituitaria amarilla, por la coloración que imprimen las terminaciones nerviosas, está poco desarrollada en el hombre si la comparamos con la de otros mamíferos. Existen otras regiones de las fosas nasales que presentando también este recubrimiento epitelial cilado, apenas tienen terminaciones nerviosas aunque sí están muy vascularizadas y constituyen la pituitaria roja, que contribuye de manera notable al acondicionamiento del aire antes de su entrada al resto de estructuras del aparato respiratorio.
1.2.4. Gusto:
La lengua es una estructura musculosa que está presente en la boca de todos los vertebrados y que participa de distinta manera en los procesos de digestión y toma de alimento. En los mamíferos, además, sirve de soporte al sentido del gusto. La lengua es un órgano muy musculoso, vascularizado y con gran cantidad de terminaciones nerviosas que llegan hasta las protuberancias rugosas que tapizan toda la superficie de la lengua y que constituyen las papilas gustativas. En estas estructuras se encuentran localizadas las terminaciones sensoriales del gusto, que se distribuyen ordenadamente en diferentes áreas para cada uno de los cuatro sabores básicos: dulce, amargo, salado y ácido.
1.2.5. Tacto:
Está localizado en la piel y contiene tres tipos de receptores: mecánicos, térmicos y de dolor. Dentro de los mecánicos están los de Meissner y los de Vater-Pacini; entre los térmicos los de Krause y los de Ruffini mientras que los de dolor corresponden a terminaciones nerviosas libres.
Piel, músculos de cara y cuello, músculos lisos, tendones y tejidos de unión, huesos, dientes, cartílagos, laringe, tiroides, tráquea, glándulas salivales, arterias, venas.
1.3.1. Piel: la piel de los mamíferos está constituida por una capa superficial, la epidermis, que es un tejido epitelial pluriestratificado, esto es, formado por varias capas de células. La capa más superficial está integrada por células planas impregnadas en queratina. Estás células se desprenden continuamente de la piel y son reemplazadas por otras nuevas. En los mamíferos la piel está recubierta de los pelos que nacen bajo la epidermis en los folículos pilosos, en las aves este recubrimiento es de plumas y en los peces y reptiles de escamas.
1.3.2. Músculos de cara y cuello: la mayor parte de los músculos de la cabeza están constituidos por tejido muscular estriado, este tipo de tejido responde a impulsos controlados por la voluntad. En la región cefálica existe un gran número de músculos, generalmente de pequeño tamaño, que controlan los movimientos del rostro y de los diferentes órganos que se disponen en esta parte del cuerpo están conformados por tejido muscular estriado. A diferencia del tejido muscular liso, éste es de contracción voluntaria y las fibras musculares ya no presentan forma de huso sino que son cilíndricas y muestran claramente un bandeado de estrías en su citoplasma. La contracción del músculo estriado es rápida y voluntaria. Este tipo de tejido muscular es el que forma parte de los músculos esqueléticos -los que se unen a los huesos- y permiten la movilidad voluntaria. Cada fibra muscular contiene en su citoplasma elementos contráctiles denominados miofibrillas, las miofibrillas están constituidas por dos tipos de proteínas, la actina y la miosina, que al situarse de manera ordenada y repetir esta ordenación se aprecia muy bien al microscopio óptico como un bandeado. Las fibras de actina están interdigitadas con las de miosina, de tal modo que al recibir un impluso eléctrico unos filamentos se deslizan entre los otros provocando que las miofibrillas del músculo se acorten.
1.3.3. Músculos lisos: se encuentra formando parte de la estructura de muchas de los órganos internos del cuerpo tales como iris, faringe, esófafo, estómago, útero, vejiga urinaria, bronquios, arterias, etc. en los que los movimientos no están controlados voluntariamenteen. En el tejido muscular liso las células no presentan estrías visibles en el microscopio óptico, está constituido por células alargadas y fusiformes que presentan un solo núcleo, generalmente bien visible. En este tipo de células musculares los filamentos de actina y miosina no están ordenados como ocurre en el tejido muscular estriado. El tejido muscular liso es más frecuente en los invertebrados que en los vertebrados. La contracción del tejido muscular liso a diferencia de la del estriado es lenta e involuntaria.
1.3.4. Tendones y tejidos de unión entre epidermis y músculos: el tejido conjuntivo presenta una consistencia gelatinosa o muy fibrosa debido a la existencia de una matriz con estas propiedades en la que se encuentran numerosas fibras de colágeno que confieren a este tejido resistencia a la tracción. Además están presentes fibras de elastina que dan al conjuntivo extraordinarias propiedades elásticas, las fibras nerviosas y los vasos sanguíneos también aparecen dispersos en este tipo de tejido. Podríamos casi decir que el tejido conjuntivo es el “pegamento” del organismo que une estructuras y órganos muy variados: las capas musculares a la piel, los músculos a los huesos, distintos órganos del mismo aparato entre sí o a las cavidades internas, etc.
1.3.5. Huesos: los huesos del cráneo protegen las delicadas estructuras del encéfalo y al ser huesos planos su interior está constituido por tejido óseo esponjoso donde se forman las células de la sangre; la caja del cráneo no está en contacto directo con el encéfalo sino con las meninges que envuelven a todas las estructuras del sistema nervioso central. Las meninges son tres membranas superpuestas entre las que circula el líquido cefalorraquídeo: la piamadre está en contacto íntimo con el sistema nervioso, el aracnoides es una capa intermedia muy vascularizada mientras que la duramadre es la más consistente y se encuentra en contacto con el hueso.
1.3.6. Dientes: los dientes de los mamíferos están implantados en alveolos dentarios y su estructura interna es muy diferente a la del tejido óseo. La masa fundamental del diente está constituida por una sustancia, la dentina, que es exclusiva de estas piezas que se desarrollan a partir de un germen dentario en los alvéolos de la mandíbula y de la maxila de los mamíferos. Sin embargo, en otros grupos de vertebrados como anfibios, reptiles y peces, el origen y la estructura de los dientes es bien distinta a la de los mamíferos.
1.3.7. Cartílagos: (nariz, oído exteno, laringe, tráquea) están formados por tejido cartilaginoso, a diferencia del conjuntivo es semirígido y su matriz, bastante más consistente que la de aquel, contiene fibras, generalmente escasas, entre las que abundan las de elastina, sin embargo ni las fibras nerviosas ni los vasos sanguíneos penetran en el interior de este tejido. El tejido cartilaginoso constituye el esqueleto de los elasmobranquios (peces cartilaginosos) como el tiburón o la raya, y el de los embriones de todos los vertebrados incluido el hombre y entra a formar parte de nuestro organismo en las articulaciones, tabique nasal, oreja y discos intervertebrales.
1.3.8. Laringe: forma parte de las vías respiratorias y está situada sobre la tráquea. La laringe está formada por varios cartílagos y en su interior se situan las cuerdas vocales. La tráquea, los bronquios y la laringe están revestidas internamente por un epitelio ciliado una de cuyas funciones es limpiar las paredes de las vías respiratorias de todas las partículas y gérmenes que hayan podido quedar adheridas a ellas.
1.3.9. Tiroides: la glándula tiroides es una glándula endocrina que regula el metabolismo general en los mamíferos, está situada sobre la parte frontal de los cartílagos de la laringe y constituida, como todas las de este tipo, por tejido epitelial glandular que forma estructuras esféricas donde se almacenan los productos de secreción, en este caso la tiroxina, que será liberada en la sangre. La tiroxina ejerce un importante papel sobre la velocidad del metabolismo celular e interviene en el crecimiento y desarrollo de los organismos.
1.3.10. La tráquea: es un tubo de unos 12 cm. de longitud. Su armazón está constituido por unos anillos cartilaginosos en forma de C y unidos entre sí por ligamentos. La pared posterior de la tráquea es blanda, formada por un tabique de tejido conjuntivo que se adapta muy bien al esófago. El interior de la traquea está revestido por un epitelio ciliado con numerosas glándulas que secretan mucus.
1.3.11. Glándulas salivales: las glándulas salivales son un ejemplo típico de glándulas exocrinas segregan fundamentalmente, mucina, agua y algunas enzimas como la ptialina.. En el hombre existen tres pares, las submaxilares, las sublinguales y las parótidas que vierten el contenido de sus secreciones a la cavidad bucal. Igual que cualquier otra glándula, las salivales están formadas por tejido epitelial glandular.
1.3.12. Arterias: las arterias son los vasos que llevan la sangre desde el corazón hacia otras partes del cuerpo; debido a la elevada presión que soportan sus paredes son gruesas, duras y elásticas, gracias a la existencia de varias capas de fibras musculares lisas -túnica muscular-. Al igual que las venas presentan un endotelio que tapiza su superficie interna que se asienta sobre una capa de aspecto sinuoso: la membrana elástica interna. Esta capa permite el ensanchamiento de la luz del tubo sin que se produzcan desgarros.
1.3.13. Venas: las venas son vasos sanguíneos por los que la sangre retorna al corazón, generalmente tienen un calibre mayor que el de las arterias y en su interior se disponen unos repliegues que dificultan el retorno de la sangre: las válvulas en nido de golondrina. Las paredes de las venas son más finas que las de las arterias y presentan menos capas musculares que ellas. La parte interna de las venas está recubierta de un endotelio que se situa sobre una superficie sinuosa -la membrana elástica interna- lo que permite a estos vasos sanguíneos contraer o dilatar su diámetro interno en función del flujo de sangre que viaje por ellos.