Vincent van Gogh (1853-1890)

Si hay un personaje en la historia del arte que responda al prototipo de genio loco, solitario, con devoción absoluta hacia el arte, ese es Vincent van Gogh.

Vincent van Gogh fue un pintor de vocación tardía, como Gauguin. No se decidió a dedicarse profesionalmente a la pintura hasta 1880, cuando tenía 27 años de edad. Aunque solamente tuvo 10 años de vida artística, su vocación era tan fuerte que ese tiempo realizó más de 800 cuadros, y numerosos dibujos.

Desde el punto de vista del estilo, recibió influencias de los impresionistas, del divisionismo y de los simbolistas. Sin embargo, no adoptó plenamente ninguna de estas influencias, sino que las adaptó para conseguir una personal forma de expresión. Su trabajo acabó siendo fuente de inspiración, sobre todo, para el movimiento expresionista.

En nuestro recorrido por la obra de Van Gogh nos detendremos, primeramente en el análisis de una de sus primeras obras, Los comedores de patatas. Posteriormente, analizaremos diversas obras correspondientes a sus estancias en Arles, en el sur de Francia, en Saint-Rémy (cerca de Arles), en cuyo psiquiátrico fue recluido cuando arreciaban los ataques que desequilibraban su mente, y, por último algunas de sus últimas obras en Auvers-sur-Oise, donde falleció apenas 10 años después de decidir dedicarse a la pintura.

Primeros trabajos

Vincent van Gogh nació la localidad holandesa de Groot Zundert en 1853. Era hijo de un pastor protestante. Antes de dedicarse a la pintura profesionalmente tuvo diversos oficios: primero trabajó como empleado de una de las empresas dedicadas al comercio del arte más importantes internacionalmente, la Goupil & Cie, en sus sedes de La Haya, Londres y París.

Posteriormente trabaja como maestro en una pequeña ciudad inglesa, después como ayudante de un predicador (estaba obsesionado con la religión) y en una librería de Dordrecht. Su obsesión con la Teología le lleva a intentar prepararse como predicador. Se va a trabajar a una zona minera de Bélgica, donde la vida es tremendamente dura para sus habitantes. Los tres años que permaneció allí le produjeron un estado perpetuo de depresión. Mientras tanto, su hermano menor Theo trabaja en la galería Goupil primero en Bruselas, luego en La Haya, y, por último, en París. Estando en Paris, hacia 1880, Theo recibe una carta de Vincent, en la que este le comunica su deseo de dedicarse al arte. Vincent mantendrá una copiosa correspondencia con su hermano Theo durante toda su vida. Hasta la muerte de su padre en 1885, tiene algunos problemas familiares, pero a pesar de la oposición familiar intenta formarse como pintor, y realiza multitud de dibujos.

Los comedores de patatas

Con mi trabajo he procurado dar a conocer a estas pobres gentes, que, a la luz de su lámpara, comiendo sus patatas, tomando el plato con las manos, las mismas que han cavado la tierra en la que han crecido las patatas... Vincent a Theo

Los comedores de patatas
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Los comedores de patatas
Van Gogh (1885)

Esta obra es la mejor muestra del trabajo de Vincent en esa época, y en ella hay una clara intención de denuncia social, de atribución al arte de una función moral. Su experiencia entre la población minera y su sensibilidad ante el sufrimiento ajeno le llevan a pintar este tema en varias ocasiones. Para mejor reflejar el sufrimiento y las penurias por las que pasan los personajes elige una paleta oscura, con tonos marrones y pardos.

El dibujo es enérgico, de gruesos trazos, resaltando los duros rasgos de los rostros y las formas recias de las manos. La iluminación que elige el artista contribuye a remarcar el dramatismo de la escena, y sirve para enfatizar los duros rasgos de los personajes.

Al principio de su carrera van Gogh tiene una mayor preocupación por lograr efectos de luz, que por conseguir efectos expresivos a través del color.

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