Protágoras
(webdianoia)
fue con Gorgias de Leontini (cibernous)
el más reputado sofista de su tiempo (siglo V a. C.). Se
le atribuye con su pensamiento ser el iniciador del relativismo,
resumido ejemplarmente en la conocida tesis del homo mensura (el
hombre como medida): "El hombre es la medida de todas las cosas,
de las que son en cuanto que son y de las que no son en cuanto que
no son".
Sin entrar en controversias ni posibles interpretaciones del sentido
de la frase, ni detenernos en la exposición de su enseñanza,
lo que nos interesa aquí de Protágoras, para el propósito
de este trabajo, es mostrar y reflexionar sobre el papel que tiene
el sujeto en la percepción del mundo que le rodea.
Protágoras
abre la problemática que aún hoy permanece sin completa
solución:
-
¿Al percibir las cosas estamos completamente condicionados
por nuestro punto de vista?
- ¿Toda
la realidad depende de la perspectiva?
-
¿El hombre no puede escapar de su posición antropocéntrica?
- ¿Son
ciertos los refranes como "en este mundo cruel nada es verdad
o mentira, todo depende del color del cristal con que se mira"?
- ¿Las
frases hechas como: "sobre gustos no hay nada escrito"
o "para gustos están los colores"?
Las
líneas del pensamiento relativista y subjetivista fueron
pronto duramente atacadas. Sócrates, contemporáneo
de Protágoras, y su discípulo Platón, no dejaron
de buscar argumentos para rebatirlas. Su proyecto era bien distinto:
fundamentar el conocimiento y la moral en bases sólidas,
objetivas, de carácter universal y necesario.
En
el modo de pensar común se observan claramente las tendencias
entre los dos extremos:
- Algunos
se decantan por dar más valor a lo subjetivo, al "depende",
"según se mire","cada uno tiene su punto
de vista", "todas las opiniones son respetables",
"yo... "
- Otros
se revelan más objetivistas: "las cosas son como son",
"no todo es discutible u opinable", "hay cosas
que nunca cambian", "nosotros..."
- Y,
quizá la mayoría, intentan discernir dando al sujeto
y al objeto, a lo relativo y lo absoluto, el valor que les corresponde,
buscando la conciliación, dando fundamento a las vías
intermedias, distinguiendo los asuntos.
El
que está acostumbrado al modo de trabajar del filósofo
sabe que para éste son tan valiosas las preguntas como las
respuestas. En esta web del grupo de trabajo sobre las percepciones
visuales hemos ido mostrando algunas pistas, indicando por qué
caminos se han buscado las respuestas, sin embargo nunca damos los
problemas por cerrados, no nos incomoda recorrer las sendas de la
duda.
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Protágoras
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