El
radio ha sido durante mucho tiempo el único radioisótopo
utilizado tratamientos de irradiación terapéutica.
La irradiación
con radio tiene un efecto nocivo sobre las células
vivas, y la sobreexposición produce quemaduras.
Las células
cancerosas, sin embargo, son frecuentemente más
sensibles a la radiación que las células
normales, y pueden matarse sin dañar seriamente los tejidos
sanos si se controla y dirige adecuadamente la radiación.
El radio se usa
ahora únicamente en el tratamiento de unos pocos
tipos de cáncer. |