Mester de juglaría significa "oficio de juglares" y bajo esta denominación se agrupa un conjunto de obras en lengua vulgar, transmitidas oralmente durante la Edad Media, sobre todo de los siglos XII al XIV.

Las producciones más representativas del mester de juglaría son los cantares de gesta: poemas de autor desconocido que se cantaban o recitaban con música y cuyo contenido eran las hazañas de algún héroe individual que representaba a toda la comunidad. Así pues, su finalidad era divulgar la figura del héroe a la vez que entretener y divertir al público. Para evitar la monotonía de estos largos cantares, así como para dramatizar o vivificar ciertas escenas, los juglares acudían a todo tipo de recursos gestuales y técnicas de expresión oral: usaban el estilo directo sin verbo introductorio, llamaban la atención de los oyentes ("¡Aquí veríais quejarse a los infantes de Carrión!") y empleaban multitud de epítetos épicos, es decir, adjetivos y expresiones formularias que ensalzaban a los héroes ("Mio Cid, el que en buen hora nació", o "el que en buen hora ciñó la espada").

Aunque a veces se consideraba al juglar como intérprete-creador, el autor inicial de los cantares de gesta era una persona laica y culta que permaneció en el anonimato.

En resumen, el poema épico y el juglar forman el mester de juglaría cuyas características pueden resumirse en estos rasgos:

A.-Empleo de versos de distintas medidas.

B.-Uso de la serie asonantada monorima como estrofa: largas tiradas de versos irregulares que riman entre sí en asonante.

C.-Temas de carácter épico.

D.-Recoge la tradición oral: los relatos guerreros pasaban, de memoria y oralmente, de unos juglares a otros.

E.-Equilibrio entre originalidad e inventiva: con el tiempo se van introduciendo modificaciones en la narración y la historia real que servía de base fue novelándose hasta convertirse en leyenda.