“Hay
tres clases de mentiras: las mentiras, las malditas mentiras y la
estadística”. Frase atribuida a Mark Twain por el primer ministro
inglés Benjamin Disraeli
Cada día podemos encontrarnos en los diferentes medios de comunicación
información que se refiere a nuestros gustos y preferencias, a la
economía, política, deporte, etc.
Para que la información atraiga nuestra atención se utilizan gráficos
y se les da a los datos una apariencia impactante. Se supone que
los datos no mienten, que la matemática es objetiva.
En un determinado anuncio televisivo se asegura que 9 de cada 10
dentistas aconsejan una determinada pasta de dientes.
Nuestra reacción es pensar que esta pasta de dientes es magnífica.
Objetivo conseguido.
La estadística es en la actualidad una de las ramas de la matemática
más usada pero… no por matemáticos.
Nuestro
agradecimiento a Juan Bautista Caro Campaña que recogió la
información de esta página en su Webquest
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Este
anuncio falaz apareció en el diario "El País" el Domingo
30 de Junio de 2002, en relación con el Estudio General de Medios
(E.G.M.) y las audiencias obtenidas por las diferentes cadenas radiofónicas
de ámbito nacional.
La publicidad hace una comparativa entre las audiencias (numéricas)
representadas como castillos en la arena.
Evidentemente al publicista no le explicaron en concepto de semejanza
en el colegio, porque la representación en groseramente irreal y
no se adapta en absoluto a los oyentes numéricos. Pero sí
sabe mucho de técnicas publicitarias, pues "casualmente"
la SER pertenece al mismo grupo empresarial que "El País".
Información
recogida de la página
de matemáticas de Javier Pérez Olano
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Para
quienes pretenden engañar, una imagen vale mucho más que mil palabras.
Gráficos y mapas pueden sombrearse, ajustarse, retocarse para dar
cualquier tipo de impresión.
La idea de este gráfico del gobierno neoconservador de Ontario es
mostrarnos que sus recortes de impuestos han "creado empleos" y
no han destruido los sistemas públicos de educación y salud.
Esta manipulación no resiste el análisis de una persona
bien informada, pero lo malo es que sí tiene credibilidad
para la mayoría de la gente.
La
información completa en: zmag.org
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Como
ejemplo clásico, la representación de la variación del poder adquisitivo
del dólar entre 1958 y 1978, aparecida en el "Washington Post"
el 25 de Octubre de 1978, mediante 5 billetes de dólar cuya longitud
es proporcional al valor del dólar en cada momento. (Véase la adaptación
en la figura adjunta).
En este caso mientras que la variación del poder adquisitivo es
en una sola dimensión, el efecto visual que se percibe es el
asociado al área del billete y se representa en dos dimensiones.
Así el billete menor del gráfico, 1 dólar de 1978, vale 44 centavos
de dólar de 1958 y tiene una longitud que es, correctamente, un
44% del billete mayor que representa el dólar de 1958.
Sin embargo su área es solamente un 19% de la del billete mayor,
lo que da la impresión de una reducción drástica en el poder adquisitivo.
Para que el área representase fidedignamente el valor, el tamaño
del billete habría de ser algo más del doble. Alternativamente podríamos
mantener el ancho del billete y cambiar la longitud (lo que se hace
habitualmente los gráficos de barras)
"Las visualizaciones no son neutras, dependen de nuestra elección
y de lo que queramos mostrar a los demás y a nosotros mismos. Cultivar
este sentido crítico respecto de lo que hacemos y de lo que se nos
presenta es vital para evitar la confusión"
La
información completa en: Integridad
Visual
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