PROPERCIO

Cintia fue la primera (Elegías I 12 )

¿Por qué no dejas de acusarme de pereza / y de que Roma, tentadora, me demora? / Ella está alejada tantas millas de mi lecho / cuantas Hípanis dista del Erídano véneto; / ni Cintia me alimenta con su abrazo los acostumbrados amores,

 

ni su voz suena dulce en nuestro oído. / Antes le era grato; en aquel tiempo a nadie le tocó / poder amar con tal fidelidad. / Fuimos motivo de envidia; ¿no me habrá abrumado algún dios?

 

¿O la hierba nos separa, recogida en cimas prometeicas? / Ya no soy el que era: un largo camino muda a los enamorados. / ¡Cuán grande amor huyó en poco tiempo! / Ahora, por vez primera, solitario, soy obligado a conocer las largas noches / y a que sea, yo mismo, a mis oídos, molesto.

 

Feliz quien pudo llorar junto a su amada presente: / mucho goza Amor en las lágrimas derramadas; / o si, despreciado, pudo cambiar sus amores, / también hay gozos en la cambiada esclavitud. / A mí no me es posible amar a otra o desitir de ésta; / Cintia fue mi primer amor, Cintia será el último.

(Trad. H. F. Bauzá)

Pulsa sobre la imagen para cerrar

Comprensión del texto

1. ¿Cuál es el tema de esta poesía?

2. ¿De qué se lamenta el poeta?

3. ¿Encuentras algún tópico elegíaco en el texto?

Pulsa para ver el texto en latín