Ir a la página principal del congreso
 
regresar al índice de conferencias
Mesas >> mesa3

Contenidos educativos: materiales curriculares por niveles educativos y materias, materiales de apoyo al profesorado para educación en TIC

VIRTUALIZANDO NO DIGITALIZANDO: LA PRODUCCIÓN DE MATERIALES DIDÁCTICOS PARA LA RED.
Julio Cabero Almenara (continuación)

El principio de la interactividad nos debe sugerir que cualquier entorno teleformativo debe de superar el simple hecho de incorporar materiales, por muy bien realizados que los mismos estén, sino que deben también de ofrecer la posibilidad que el estudiante realice diferentes simulaciones y ejercicios que faciliten la comprensión y el dominio de la información.

Claramente relacionado con la interactividad, nos encontramos con el principio de la flexibilidad, que debe de referirse a la posibilidad de ofrecer un entorno que sea flexible para el acceso a los contenidos, para la elección de la modalidad de aprendizaje y para la elección de medios y sistemas simbólicos con los cuales el alumno desea aprender. En líneas generales, podríamos decir que esta flexibilidad se puede poner de manifiesto por diferentes aspectos:

· Posibilidad de que el estudiante pueda organizarse el desarrollo de la actividad formativa según sus propias necesidades.
· Posibilidad de elegir los canales de comunicación, tanto sean éstos sincrónicos como asincrónicos.
· Enlaces a otros elementos de contenidos.
· Y elección de los recursos formativos con los que desea interaccionar.

Es importante resaltar que por encima de la tecnología que se puede utilizar, tanto desde el punto de vista del hardware como del software, deberemos de situar los principios de diseño didáctico, la metodología que se aplique y utilice, y la relación que se ejecute entre todos los elementos curriculares que se movilicen.

Abordando el análisis de elementos concretos que pueden ser considerados para el diseño de materiales didácticos soportados en la red, éstos los vamos a diferenciar en diferentes categorías, que a grandes rasgos y sin ánimos de acotar el tema los vamos a concretar en dos grandes categorías, pedagógicos por un lado, y estéticos y técnicos, por otro. Siempre teniendo en cuenta que tales elementos no podemos percibirlos de forma individual sino interactiva.

En lo que respecta a los principios pedagógicos que deben de guiar el diseño de materiales para ser soportados en la red, y asumiendo que ello va a depender de la concepción conceptual y científica, podemos tener en cuenta diferentes principios generales, que irán desde el papel a desempeñar por el estudiante en la interacción con el material, y la utilización de diferentes estrategias didácticas.

En primer lugar, pensamos que es importante asumir como idea inicial que el diseño de materiales en la red debe de partir de la idea que su concreción es totalmente diferente al hecho de incorporar textos planos, o, mejor dicho, ficheros con texto plano, ubicados en la red para que el estudiante los baje del servidor, y trabaje con ellos como si lo hiciera con un material impreso. Desde nuestro punto de vista el diseño de estos materiales debe de incluir diferentes elementos que vayan desde la exposición de los objetivos que se pretende que el alumno alcance con esos materiales, el esquema de los contenidos a desarrollar en la unidad didáctica, la existencia de una introducción y presentación de recomendaciones para el estudio, la propuesta de actividades que deben de realizar los estudiantes para adquirir y profundizar en la información y los contenidos ofrecidos, la existencia de elementos de profundización y extensión por parte del estudiante en los contenidos ofrecidos, sumarios de las ideas más significativas desarrolladas, y el resumen de los aspectos más significativos tratados.

Lo que hemos indicado anteriormente nos lleva a exponer otra idea: desde nuestro punto de vista cuando la actividad a realizar por el estudiante en un entorno de teleformación consiste en la baja de un fichero desde la red, su impresión y su estudio como texto impreso, estamos hablando de un entorno telemático absurdo e innecesario.

En cuanto a los objetivos, pensamos que el papel de su utilización en el terreno educativo ha sido una cuestión tan justificada y defendida que creemos que no es necesario que nos extendamos en ello. Simplemente indicar que los objetivos juegan un papel muy importante en la orientación del proceso instructivo, siempre que no se lleguen a presentar como elementos de un proceso concluido y finalizado.

Desde esta perspectiva y desde nuestro punto de vista, lo importante no es tanto la concreción y tipología de la formulación de los objetivos, sino más bien que éstos se declaren y le sean presentados a los estudiantes como elementos orientadores de la actividad que van a desarrollar.

En la imagen que presentamos a continuación se ofrece los objetivos planteados para una unidad didáctica referida a la temática de la aplicación de los multimedias en el terreno educativo.

Hemos hecho ya referencia a lo largo de nuestra exposición que una de las ventajas que puede tener la utilización de los materiales en red radica en que los alumnos pueden acceder a los materiales de formación en el lugar y tiempo en los cuales los considere oportunos. De toda forma ello no debe de confundirse con el hecho de que no se deban de ofrecer algunas recomendaciones temporales para el seguimiento de la unidad formativa y la realización de las diferentes actividades que se incorporen.

Estas recomendaciones de calendario a nuestra manera de ver son especialmente significativas por dos aspectos fundamentales: en primer lugar, para que se pueda desarrollar un período similar reglado de seguimiento de la actividad formativa por parte de todos los estudiantes, y en segundo lugar y que desde nuestro punto de vista es el más importante, para poder formar actividades colaborativas entre los diferentes estudiantes y poder formar grupos de trabajos específicos entre los estudiantes, bien para aquéllos que vayan adelantados o para los que necesiten trabajar de forma conjunta algunos elementos; sin olvidar que toda acción formativa debe de finalizar con una actividad evaluativa de los conocimientos adquiridos por los estudiantes, y en determinados casos deben de ubicarse períodos de finalización.

Al lado de estas recomendaciones para el seguimiento y el seguimiento temporal del proceso formativo, es también aconsejable que el material incorpore una breve introducción en la cual se le presente al estudiante diferentes aspectos que vayan desde cómo es aconsejable que interaccione con el material, qué técnicas de trabajo intelectual se le recomiendan que sigan, cuáles son las características de los diferentes materiales que se le ofrecen en el entorno, qué elementos debe de dominar previamente el estudiante para seguir con máximo aprovechamiento el curso, o cuáles son los criterios de evaluación que se utilizarán para establecer un aprovechamiento del material por parte del estudiante.

Si no queremos convertir los entornos de formación en red, en entornos puramente expositivos de materiales de información, ante los cuales el alumno lo único que debe de hacer es la memorización de la información que se le presenta, se deben de incluir una serie de actividades con las cuales persigamos diferentes objetivos que vayan desde la comprensión de los contenidos, la transferencia a otras situaciones y hechos diferentes a los presentados, o la profundización en los mismos. En contrapartida con lo que venimos afirmando tenemos que señalar que la mayoría de los sitios web formativos, es decir, con material didáctico, con que nos encontramos están diseñados para soportar simplemente una actividad: la lectura y memorización del material por parte del estudiante, lo que indirectamente sugiere un modelo pasivo de aprendizaje.

Posiblemente una de las formas de poder mejorar la situación anteriormente apuntada se encuentra en la incorporación de diferentes actividades que le lleven, por una parte, al estudiante a reflexionar sobre los contenidos, y por otra, faciliten el conseguir una estructura más dinámica para la interacción del sujeto con la información. Estas actividades no deben por qué alcanzar exclusivamente el formato uno a uno, es decir la interacción del estudiante con los fragmentos de contenidos o del estudiante con el profesor o tutor, sino que también pueden conllevar la interacción de diferentes estudiantes entre ellos o la revisión de trabajos por sus homólogos.

continuar continuar

subirsubirsubirsubir