Las mayúsculas deben llevar tilde si así lo requieren las reglas de acentuación.
Los monosílabos, por contra, sólo llevan tilde diacrítica.
La tilde diacrítica se emplea para, en la escritura, distinguir palabras que, con el mismo sonido, tienen significados distintos, como te, un pronombre, y té, una infusión.