Así
como los segmentos se miden con uno fijo que se adopta como unidad, para
medir superficies es necesario tomar una unidad patrón que nos sirva para
compararla con la extensión de dicha superficie. Esa unidad es el
cuadrado cuyo lado es la unidad de longitud. El número de cuadrados y
partes alícuotas de cuadrado que contiene una figura se llama área de la
misma. Pero, a partir de estas definiciones, ¿cómo se pueden medir,
polígonos y otras figuras de forma irregular con una figura tan regular
como es el cuadrado? Estos son, poco más o menos, los primeros problemas
geométricos que se planteó la Humanidad. Del interés del hombre por la
medida de los campos para resolver sus problemas de posesión, nació la Geometría, palabra que significa precisamente esto,
Geos (tierra) metron
(medida). Una vez fijada la unidad de superficie, la primera fórmula que
se deduce es la del área del rectángulo: el área de un rectángulo
es igual al producto de las medidas de su base y de su altura
(naturalmente, ambas medidas con la misma unidad). Para medir el área de
un rectángulo ya no hace falta, por tanto, compararlo directamente con el
cuadrado unidad. Basta efectuar el producto de las medidas de su base y de
su altura. A partir de esta fórmula se obtienen las de las áreas del
resto de figuras poligonales. En las siguientes escenas
podemos ver de tres formas diferentes cómo se deduce la fórmula del área
del triángulo conocida la del rectángulo. |