SALUSTIO

Retrato de Catilina (Conjuración de Catilina, V 1-8)

Lucio Catilina, nacido de linaje noble, fue hombre de gran fortaleza, física y anímica, pero de temperamento depravado e inclinado al mal. Desde su adolescencia le fueron gratas las guerras intestinas, las matanzas, los expolios, la discordia civil, y en ellas ejercitó su juventud. Su cuerpo era capaz de soportar hambre, frío, vigilias..., por encima de lo que se podría creer. Su espíritu, temerario, trapacero, voluble, capaz de fingir y disimular cualquier cosa. Codicioso de lo ajeno, derrochador de lo suyo. En sus pasiones, ardiente. De elocuencia, lo justo; de prudencia, poca. Su espíritu insaciable ansiaba siempre lo desmesurado, lo increíble, lo que estaba demasiado alto. Después de la tiranía de Lucio Sila, se había apoderado de él un ansia irrefrenable de conquistar la república, y no tenía el menor reparo en utilizar los medios que fuera con tal de hacerse con el poder absoluto. Su espíritu feroz se soliviantaba más y más cada día a causa de la pobreza de su patrimonio familiar y del remordimiento de sus crímenes, que en ambos casos iba haciendo crecer con los medios que anteriormente he mencionado. Lo incitaban, además, las costumbres corruptas de la ciudad, costumbres que echaban a perder dos vicios pésimos y contrapuestos: el lujo y la avaricia.

(Trad. F.M.)

Salustio

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Comprensión del texto

1. ¿Cómo describe Salustio a Catilina?

2. ¿Cuáles eran las pretensiones de este personaje?

3. ¿Además de sus condiciones naturales, que otra cosa lo incitaba a sus fechorías?

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