Los músicos en el reinado de Felipe II

 

Epoca de grande florecimiento en lo musical, tanto en compositores de calidad como en cantantes e instrumentistas.
Las capillas catedralicias más que las de reyes y nobles son las que propician esta fecundidad asombrosa. La explicación habría que buscarla en el espíritu contrareformista del Concilio de Trento, aplicado con todo rigor por el ultracatólico Felipe II, lo que hace que nuestros polifonistas, mayoritariamente sacerdotes ellos mismos, desprendan una misma pátina estética, de sobriedad en lo técnico pero con un marcado carácter expresivo, casi diriamos patético (en el buen sentido del término).
Mientras en otros paises, polifonistas como Palestrina o Lasso reparten su genio por igual entre motetes y madrigales, entre lo sacro y lo profano vale decir, aquí solo se componen algunas pocas canciones y madrigales, el resto es todo música religiosa.
En Europa, aparte de los citados Palestrina y Lasso, descoyan compositores como Festa, Villaert, Archadelt, Gombert, Crecquillon, Jannequin, Marenzio y tantos otros.

Melchor Robledo

Nace en 1510, probablemente en Segovia. Maestro de capilla en el Pilar de Zaragoza, y en la catedral de Tarragona. Muere en 1586. Gozó de gran renombre como docente, como director y como compositor.
Compuso cuatro misas, ocho motetes, dos pasiones, trece Magnificat, cinco himnos, quince salmos, dos canciones castellanas y algunas piezas más hasta un total de 60, de las cuales no se han hecho públicas más de siete, por lo que es difícil emitir un juicio de valor, aunque los expertos lo comparan con Morales y Victoria, que ya es comparar.


Pere Alberch Vila

Músico catalán, conocido más como compositor para órgano, ya que su música vocal tanto religiosa como profana se encuentra desaparecida.
Nació en Vic en 1517, y fue reputado organista en la catedral de Barcelona.
Se sabe que compuso misas, motetes, madrigales, lamentaciones, aparte por supuesto de obras puramente instrumentales para tecla como los dos tientos de tono primero que nos han llegado a través de Luis Venegas de Henestrosa.


Juan Navarro

Se ignora la fecha de su nacimiento, aunque sabemos que fue maestro de capilla en Avila, y en Salamanca. Merece ser citado aparte de por sus 53 obras conservadas, tales como salmos, himnos, magnificat, antífonas marianas,etc, como maestro de Tomás Luis de Victoria.
No compuso misas ni lamentaciones por lo que no se le suele incluir en el grupo de los grandes, pero es un correctísimo polifonista alcanzando un altísimo vuelo expresivo en sus antífonas marianas, Alma Redemptoris y Regina coeli.

In passione positus, Teldec


Mateo Flecha, el joven

Nace en Prades, Tarragona en 1530. Su apodo es para distinguirlo de Mateo Flecha el Viejo, su tio.
Cantante en la capilla de las infantas María y Juana, luego entra al servicio de Maximiliano II. Desde ese momento su vida es un continuo transito entre España y Austria, donde es muy apreciado.
Publica las ensaladas de su tio, y en 1568 un libro propio de madrigales, 30 en total a 3, 4, 5 y 6 voces. Se le atribuye un miserere a cuatro, algunos motetes y una edición de Completas.


Francisco Guerrero

Discípulo aventajado de Morales, nacido en torno a 1527 en Sevilla, es uno de nuestros más grandes polifonistas de todos los tiempos. Fue probable cantorcico en la catedral de Sevilla, maestro de capilla en Jaen a los 18 años, posteriormente en Málaga, maestro de coro en Sevilla, donde acabó por ser maestro de capilla hasta el fin de sus días, en el año de 1599. Contamos con 10 ediciones musicales hechas en vida del autor, a saber:
  1. Sacrae cantiones, vulgo moteta nuncupata(Sevilla 1555)
  2. Psalmorum, liber primus: accedit Missa defunctorum, cuatro voces (Roma, 1559)
  3. Canticum beatae Mariae, quod Magnificat nuncupantur (Lovaina,1536)
  4. Liber Primum missarum (Paris, 1556)
  5. Motecta (Venecia, 1570)
  6. Missarum liber secundus (Roma, 1582)
  7. Liber Vesperarum (Roma, 1584)
  8. Passio D.N. Jessu Christi secundum Matthaeum et Joannem (Roma, 1585)
  9. Canciones y Villanescas espirituales (Venecia, 1584)
  10. Motecta, liber secundus (Venecia, 1589)
En total 105 motetes, predominantemente a cuatro y a cinco voces, aunque hay uno a 12; 16 misas algunas de cantus firmus, la mayoría de parodia sobre motetes propios y ajenos. Destaca dentro de su enorme producción la música compuesta para las visperas, salmos, himnos, lamentaciones, Magnificat, etc todos ellos de un belleza, dramatismo y unidad de estilo verdaderamente sorprendentes.
También son destacables sus villancicos, madrigales y canciones castellanas, 61 en total, rasgo que le diferencia de otros grandes de su época como Victoria y Morales, y que le aproxima a colegas de generaciones anteriores, como Encina y Peñalosa, aunque en Guerrero la temática verse siempre sobre lo divino.

Prado verde y florido, Astree

Huyd, huyd, o çiegos amadores, Astree


Juan Ginés Perez

Nacido en Orihuela en 1548, revelándose como niño prodigio a la edad de catorce años al ganar en oposición el puesto de maestro de capilla de su ciudad natal. Allí permanece durante dieciocho años, tras los cuales permanece otros catorce en homologo puesto en Valencia. Finalmente muere en 1612.
De la música suya conservada, aproximadamente unas 50, destacan sus salmos e himnos como los más numerosos, aunque también hay motetes y magnificat. En la antología Hispaniae Schola musica sacra, publicada por el musicologo Felipe Pedrell, se pueden encontrar varias obras de este inspirado y delicioso polifonista, cuya figura han encomiado, aparte del citado especialista, otros de reputado prestigio como Joaquín Piedra y José Climent. También en la Antología polifónica sacra, de Samuel Rubio, se encuentra un Misere a cuatro voces.


Ambrosio Cotes

Nacido en Villena en torno a 1550, se ordena sacerdote, ejerciendo el magisterio en las siguientes capillas musicales: Villena, real de Granada, Valencia y Sevilla. Muere en 1603.
De este músico conservamos 29 piezas, de las cuales 24 son motetes, tres lamentaciones, una lección de difuntos y una misa.
Su contrapunto es plenamente renacentista, aunque el tratamiento que hace para remarcar la afectividad de ciertas palabras o frases textuales le hacen precursor de la teoría de los afectos del barroco.


Juan Esquivel de Barahona

Nace en Ciudad Rodrigo, provincia de Salamanca en torno a 1563, y tiene por maestro en lo musical al mismo Juan Navarro que inició a Victoria en su arte. Oviedo, Calahorra, Avila y Ciudad Rodrigo fueron las sedes de su magisterio como capellan de música.
Tuvo la fortuna de editar en vida algunas de sus obras musicales: Missarum liber primus, Salamanca 1608; Motecta festorum et dominicarum cum communi sanctorum IV, V, VI et VIII vocibus concinenda, Salamanca 1608; y Psalmorum, hymnorum, Magnificarum et B. Mariae quatuor antiphonarum de tempore, nec non et missarum. Tomus secundus. Salamanca 1613.
En el primero de ellos encontramos seis misas a cuatro, cinco, seis y ocho voces; en la segunda obra en contramos setenta y un motetes y en la tercera lo que anuncia en su titulo, pero en tal cantidad que sorprende.
Encontramos publicadas algunas de estas piezas en Antología polifónica sacra, de S.Rubio.

veni Domine, et noli tardare, Teldec


Otros destacados polifonistas son Fernando de las Infantas, Andres Torrentés, Sebastian de Vivanco, Nicasio Zorita, F. Soto de Langa, Santos y Jerónimo de Aliseda, Luis de Aranda, Bernal Gonzalez, Alonso Lobo, Juan Pujol, Juan de Castro, Gines de Boluda, Sebastian Raval, Gabriel Galvez, Rodrigo de Ceballos, Andres de Villalar y Pedro Guerrero, hermano de Francisco, lo cual da una idea del maravilloso momento que atravesaba la polifonía en España, pues no solamente en número de compositores, sino también en la calidad de sus obras nada hay que envidiar a el resto de paises europeos.
De igual modo publican sus tratados sobre el arte de tañer vihuela Diego Pisador (Libro de música de vihuela, Salamanca, 1552), Miguel de Fuenllana (Libro de música para vihuela, intitulado Orphenica lyra, Sevilla, 1554), Esteban Daza (Libro de música en cifras para vihuela, intitulado El Parnaso, valladolid, 1576).