El trabajo del arqueólogo

Los métodos de datación

Los métodos de datación son las técnicas y procedimientos que permiten determinar la fecha de los restos hallados, con el fin de establecer su cronología. Existen métodos relativos y métodos absolutos. Los métodos relativos que sitúan en el tiempo las fases, períodos, culturas u objetos, unos en relación con otros, estableciendo una serie de referencias de anterioridad, posterioridad o contemporaneidad entre los mismos, pero sin proporcionar fechas en años. Mientras que los métodos absolutos permiten aplicar técnicas de datación directas a los restos mismos y nos proporcionan fechas en años.

 

 

 

Los métodos relativos

Destacan la estratigrafía, la correlación faunística y la tipología.

La estratigrafía

Según la estratigrafía, los sedimentos de cualquier yacimiento se disponen de manera que los más antiguos descansan siempre por debajo de los más modernos.

La correlación faunística

Basándose en la estratigrafía y en el estudio de los fósiles que contienen los diferentes estratos, se pueden poner en relación estratos de rocas de distintos lugares. Estos fósiles se denominan fósiles guías: nombre que reciben los restos de plantas o animales prehistóricos, previamente conocidos, que aportan información sobre la edad de los sedimentos y de los restos envueltos en ellos o sobre el medio ambiente en el que se depositaron tales sedimentos.

La tipología

La tipología describe y clasifica los distintos tipos de útiles de piedra, hueso, metal y cerámica encontrados. Apoyándose en la estratigrafía, es posible reconstruir series evolutivas temporales desde las más antigua a la más moderna, y establecer correlaciones entre los estratos de unos yacimientos y otros.

Los métodos absolutos

Destacan la dendrocronología, el análisis de varvas, la termoluminiscencia, el paleomagnetismo y los métodos radiométricos.

Anillos anuales de crecimientoLa dendrocronología

Este método se pasa en la cantidad, la extensión y la densidad de los anillos anuales de crecimiento de los árboles longevos, lo que permite datar con precisión los restos de los últimos 2.000 ó 3.000 años.

El análisis de varvas

Una varva es un depósito estacional de sedimentos formado por el agua de la fusión de los glaciares. La cuenta y la medición del espesor de las varvas (o bandas) permiten establecer la antigüedad del yacimiento.

La termoluminiscencia

Se basa en el principio de que en toda cristalización -por ejemplo, la resultante de la cocción y posterior enfriamiento de una cerámica o el pedernal quemado- se produce un aprisionamiento y una acumulación creciente de energía que puede ser liberada, al calentarse de nuevo, emitiendo un rayo luminoso, que será más o menos intenso según sea mayor o menor la antigüedad del cristal sometido a análisis. Este método tiene como limitación que sólo se puede aplicar a la cerámica y al pedernal quemado.

El paleomagnetismo

Inversiones magnéticasSe basa en que el campo magnético de la Tierra ha sufrido cambios con el tiempo. A intervalos de tiempo irregulares, la polaridad de la Tierra se ha invertido, es decir, que el imán que el planeta tiene en su interior se ha dado la vuelta. Durante uno de estos cambios, la aguja de una brújula no apunta al Norte, sino al Sur. Cuando las rocas se forman, después de las erupciones volcánicas o durante la deposición de materiales, la dirección del campo magnético queda registrada en la orientación de las partículas que contienen hierro. Como además se sabe en qué fechas se produjeron estos cambios, cuando se detecta un cambio de polaridad se puede saber la edad del estrato y, por tanto, de los restos contenidos en él. El último cambio de polaridad magnética se produjo hace 780.000 años, por lo que se puede deducir la antigüedad de los restos anteriores a esa fecha, dado que se conocen los intervalos de las anteriores inversiones magnéticas, que abarcan una escala de varios millones de años y comprenden todo el Cuaternario.

 

Los métodos radiométricos

Están basados en algún aspecto de la desintegración (descomposición) radiactiva. Se fundamentan en dos principios:

Símbolos de la radioactividad y el átomo1º) En primer lugar, alguna acción -como el calentamiento que experimentan las rocas durante una erupción volcánica o el hecho de quedar enterrado algo- pone un reloj virtual a cero.

2º) En segundo lugar, una vez el reloj ha sido puesto a cero, las consecuencias de algún tipo de descomposición radiactiva se habrán ido acumulando progresivamente, en lo que constituye un registro del paso del tiempo.

Entre los métodos radiométricos destacamos el del carbono catorce, el del potasio-argón y el método de las trazas de fisión.

a) Método del carbono catorce.
Se basa en el hecho de que las plantas y los animales incorporan en sus tejidos un elemento químico llamado carbono 12 (un isótopo -variante- estable) y, en menor proporción, carbono 14, un isótopo radiactivo que se desintegra de forma relativamente rápida. Cuando un organismo muere, el equilibrio entre los dos isótopos en los tejidos empieza a alterarse, debido a que el carbono 14 que continúa descomponiéndose (desintengrándose) no es reemplazado. A medida que pasa el tiempo, la proporción de carbono 14 en relación con el carbono 12 se hace más y más pequeña, lo cual constituye la base del reloj virtual que permite datar el resto encontrado. La escala que permite dicha datación es la siguiente: pasados los primeros 5.570 años la materia orgánica habrá perdido la mitad del carbono 14 inicial; a los 11.120 años habrá perdido el 75%; a los 16.680, habrá perdido un 87,5%, y así progresivamente.

Este método presenta las siguientes limitaciones. Sólo puede aplicarse a restos orgánicos, vegetales o animales. A partir de los 40.000 años de antigüedad, comienzan las imprecisiones, por las imperfecciones del método y las posibles contaminaciones radiactivas, no pudiéndose aplicar a restos de más de 60.000 años.

b) Método del potasio-argón.
Este método se basa en que el isótopo radiactivo del potasio (un elemento químico), el potasio 40 se desintegra lentamente en argón 40, un gas inerte. En las rocas volcánicas la proporción de argón 40 aumenta progresivamente, a medida que pasa el tiempo, de modo que la cantidad que tenga la roca dependerá de la concentración inicial de potasio y del tiempo transcurrido desde la erupción. Este método es válido para las rocas de entre 0,5 millones y varios millones de antigüedad.

c) Método de las trazas de fisión.
El vidrio natural -micas, tectitas, meteoritos- contiene a menudo el isótopo del uranio (un elemento químico), uranio 238, que se desintegra espontáneamente por fisión, un acontecimiento que deja una pequeña marca por calcinamiento en el cristal, lo que constituye la base del funcionamiento del reloj virtual. El reloj se pone a cero cuando después de una erupción volcánica se borran las antiguas huellas. Cuanto más tiempo haya pasado después de la erupción más huellas se habrán acumulado, dependiendo de la concentración inicial de uranio en el vidrio. Cuanto más antiguo es el material más fiable es la medición, pudiéndose utilizar para restos de un millón de años.

 

 
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Tras las huellas de nuestros orígenes. © Heliodoro Núñez y Antonio Paniagua. 2001