El trabajo del arqueólogo

Técnicas de exploración arqueológica

La exploración aérea

Fotografía AereaLas fotografías aéreas son de gran ayuda para los arqueólogos: ayudan a descubrir restos no visibles desde el suelo y son muy útiles para delimitar el perímetro de antiguos poblados, ciudades o cementerios. En esta observación aérea se buscan una serie de indicios que nos pueden ayudar a descubrir un yacimiento. Estos indicios son los siguientes:

a) Las sombras proyectadas: La iluminación rasante del atardecer prolonga las sombras y amplifica los menores relieves de terrenos que no se encuentran por completo enterrados o nivelados.

b) El crecimiento diferencial de la vegetación: La vegetación crece con más vigor allí donde la tierra ha sido trabajada. Los fosos, pozos, cisternas y tumbas hundidas provocan un crecimiento más tupido de la vegetación, porque allí aumenta de espesor la capa de tierra fértil, y aportan una tonalidad más oscura al paisaje. Cambios en el crecimiento de la vegetaciónPor el contrario, cuando están enterrados un muro de piedra o de ladrillo, un pavimento o una calzada, que impiden que las raíces penetren profundamente, podemos observar tonalidades más claras en la vegetación.

c) Diferencias de coloración en los suelos: Igualmente las diferencias de coloración en los suelos pueden ser indicios de la existencia de un yacimiento. Materiales que rellenan un foso, cascotes, modifican el color del terreno.

La exploración submarina

En las últimas décadas ha tomado un gran auge la investigación de restos que se encuentran enterrados en las profundidades marinas. Recuérdese la película "Titanic". Generalmente son restos de barcos hundidos y sus cargas, o de ciudades antiguas inundadas. El perfeccionamiento de los aparatos de inmersión y el desarrollo de la robótica aplicada a la investigación submarina han relanzado este tipo de exploración arqueológica.

 

 
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Tras las huellas de nuestros orígenes. © Heliodoro Núñez y Antonio Paniagua. 2001