Finalmente,
llegamos a la única especie de homínidos no extinguida: la nuestra.
Pertenecemos a la especie de Homo sapiens de una antigüedad
de 40.000 años. No sólo convivió con el hombre de Neandertal,
sino que llegó a sustituirlo. Restos fósiles de primitivos individuos
de Homo sapiens se han encontrado en Cro-Magnon. Grimaldi, Chancelade,
Combe-Chapelle…En la Península Ibérica, se han encontrado
restos fósiles en Camargo (Santander), Parpalló y Barranc Blanc
(Valencia). El Homo sapiens fue el primer humano que pisó América
y Australia hace unos 30.000 años. La llegada del Homo sapiens
a América del Norte se debió efectuar a través del estrecho
de Bering. La llegada a Australia demuestra que durante este período
se descubrió la navegación.
Yacimientos
en la Península Ibérica
El
cráneo tiene forma de globo, casi esférico, presenta la bóveda
alta y la frente vertical. El volumen craneal del Homo sapiens es de
cerca de 1.500 cm3, la altura media es de 1,70-1,80 m. La cara se sitúa
debajo de la parte frontal del cerebro. En la cara destacan la nariz y el mentón.
Los dientes han perdido tamaño.
El Homo sapiens presenta ya un lenguaje articulado y complejo. Además,
no sólo entierra a sus muertos, sino que realiza rituales funerarios.
Es el creador de las primeras manifestaciones artísticas de la Humanidad.
Son los creadores de un nuevo tipo de instrumentos
de piedras obtenidos mediante una nueva técnica. Se preparan núcleos
alargados de piedra para la obtención de lascas finas y de bordes paralelos,
como si fueran hojas de piedra. Estas hojas se retocan y transforman
en una gran variedad de útiles: buriles, puntas, rascadores, raederas,
punzones…Además de la piedra se trabajan el hueso, el marfil y el
asta.
Hasta la aparición del Homo sapiens, la evolución humana
se había explicado por procesos de selección natural y de variabilidad
genética. A partir de su aparición, la evolución cultural
y técnica permiten controlar el planeta y modificar el medio en que
vive el ser humano. Incluso los avances de la técnica y de la medicina
le han permitido superar muchas limitaciones biológicas o genéticas,
por ejemplo prolongando la vida a enfermos que anteriormente tenían pocas
posibilidades de sobrevivir. Por tanto, la evolución cultural y técnica
ha superado a la evolución biológica. En la actualidad, la especie
humana se encuentra con un gran poder en sus manos, puede controlar su
evolución futura, pero también dispone de la capacidad de destruir
el planeta en su totalidad.
