Los primeros europeos |
En 1994, en el yacimiento Gran Dolina de la Sierra de Atapuerca (Burgos) se encontraron los restos fósiles correspondientes a seis individuos que vivieron hace casi 800.000 años. Se habían encontrado los huesos humanos más antiguos del continente europeo, que habrían llegado hasta la Península Ibérica, desde Asia atravesando toda Europa. Los restos encontrados han sido bautizados con el nombre de una nueva especie de homínidos: el Homo antecessor, cuyo nombre significa el que va delante, el pionero. Serían descendientes del Homo ergaster y, como veremos, antepasado del hombre de Neandertal. El Homo antecessor tendría un cerebro ligeramente mayor que el Homo ergaster, su cara presentaría relieves, al destacar la nariz y los pómulos.
En la misma sierra de Atapuerca se han encontrado en el fondo de la Sima de
los Huesos (del yacimiento Cueva Mayor) los restos fósiles humanos de
más de 32 individuos, con una antigüedad de 300.000 años.
En este caso, corresponderían a una nueva especie el Homo heidelbergensis:
se trata de individuos muy altos (1,80 m) y fuertes (llegarían a 100
kg), de grandes cráneos (casi 1.400 cm3) todavía muy aplanados,
con mandíbulas salientes y gran abertura nasal. El Homo heidelbergensis
es un homínido que vivió en Europa entre hace algo más
de 500.000 y 200.000 años, especie intermedia entre el Homo antecessor
y el hombre de Neandertal.
El hombre de Neandertal (Homo neanderthalensis) corresponde a una especie de humanos europeos que se desarrolló aisladamente del resto del mundo y vivieron desde hace 200.000 años hasta su desaparición, hace unos 30.000-35.000 años. Esta especie recibe el nombre del valle del río alemán Neander, donde se encontraron en 1856 sus primeros restos.
Los neandertales son una especie diferente de la humanidad actual (Homo sapiens). Por tanto, los neandertales son el resultado de un largo proceso de evolución paralelo e independiente del nuestro a partir de un antepasado común (probablemente el Homo antecessor). Los primitivos Homo sapiens (nuestros directos antepasados) llegaron a coexistir en el tiempo con los neandertales.
Tenían una cabeza grande con unas narices y cejas salientes, aunque el mentón estaba retraído. Su esqueleto era robusto, de tronco largo y piernas cortas. No eran muy altos (1,70 m), pero eran muy musculosos. Los cráneos eran alargados de delante hacia atrás, por lo que tenían una frente huidiza hacia atrás. Sus cerebros (1.500 cm3) eran del mismo tamaño o mayores que el cerebro del hombre actual, lo que se relaciona más con el gran tamaño del cuerpo y su gran musculatura que a una inteligencia más elevada.
Eran recolectores, cazadores hábiles y también se dedicaban a la pesca.
El hombre de Neandertal ya enterraba a sus muertos y controlaba el fuego.
La obtención de sus instrumentos de piedras se hace más complicada. Primero se tallan los núcleos de piedra dándoles una forma determinada, para luego extraer de ellos lascas, que más tarde serán retocadas y convertidas en los diferentes útiles.
El hombre de Neandertal se extinguió hace unos 30.000-35.000 años, siendo sustituidos por una especie nueva: el Homo sapiens, que convivió con los últimos neandertales.
Tambien puedes consultar los principales yacimientos del hombre de Neandertal.