Nuestros primeros antepasados

Hace unos 70 millones de años aparecen sobre la Tierra los primates o prosimios primitivos, animales más parecidos a una musaraña actual que a un "mono", y descendían de insectívoros que adoptaron la vida en los árboles. Hace unos 30 millones de años aparecieron los primeros simios antropoides, diferenciados de los anteriores por una talla mayor, independencia de las fosas temporales y órbitas más separadas con mejora de la visión. Entre hace 24 y 5 millones de años, en el continente africano surgieron los primeros hominoides, el grupo al que pertenecemos junto con los antropomorfos. Y, entre hace 4,5 y 7 millones de años, debieron separarse los linajes de los antropomorfos (antecesores del chimpancé, el gorila y el orangután) y de los homínidos (al que pertenecemos nosotros).

Ardipithecus ramidus

Probablemente, el primer representante de nuestro linaje fue el Ardipithecus ramidus, cuyos restos fósiles se encontraron en Etiopía (África) en 1994. Como veremos la cuna de nuestros primeros antepasados está en el Este y en el Sur del continente africano. El Ardipithecus ramidus, el homínido más antiguo (4,4 millones de años) que se conoce, presenta unas formas muy primitivas, en particular en sus dientes, por lo que no debe estar muy lejos de la división entre las líneas de chimpancés y humanos. Habitaban la selva y se alimentaban de frutos, hojas, tallos tiernos, brotes y otros productos vegetales blandos. No se sabe con certeza si estos primitivos homínidos eran ya bípedos o no.

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Australopithecus

AustralopithecusEn el siguiente paso del proceso de hominización y hace dos millones de años, en el continente africano coexistían dos géneros de homínidos: los Australopithecus (Australopitecos) y los primeros Homos.

Empecemos con el estudio del género más antiguo en el tiempo: Australopithecus (mono del sur: pithecus, "mono" y austral, "sur"). Los Australopitecos abarcan un período muy amplio de tiempo que va desde los 4,2 millones de años hasta el millón de años, fecha en que se extinguieron estos primates homínidos. Todos los restos fósiles de Australopitecos se han encontrado en África: Tanzania, Kenia, Etiopía, Chad y África del Sur. Incluyen hasta siete especies divididas en dos grupos: los Australopitecos de formas gráciles (delgadas) y los Australopitecos de formas robustas (también considerado por algunos paleoantropólogos como un genero distinto llamado Parántropos). Al primer grupo de formas gráciles corresponden las especies de Australopithecus anamensis, Australopithecus afarensis, Australopithecus bharelghazali y Australopithecus africanus. Al grupo de formas robustas pertenecen el Australopithecus aethiopicus, Australopithecus boisei y Australopithecus robustus.

Todas las especies de Australopitecos eran bípedas, andaba erguidas sobre las extremidades inferiores. Tenían un cerebro pequeño (entre 430 y 550 cm3), semejante al de un chimpancé actual. Su altura oscilaba entre 1 y 1,25 m para las especies gráciles, alcanzándose 1,5 m en las especies robustas. Sus pesos oscilarían entre 30 kg. y 45 kg. En todas las especies los australopitecos machos eran de un tamaño significativamente mayor que el de las hembras.


Cráneo de Autralopitthecus afarensisCráneo de Australopithecus aethiopicus

La aparición de los Australopitecos va unida a un cambio de hábitat y de clima. Las especies gráciles habitarían un territorio en mosaico de bosques y de sabanas arbustivas, mientras que las especies robustas habitarían ya un medio abierto y seco, tipo sabana. Es en el paso del bosque cerrado al medio abierto y seco, donde se produce la separación de los homínidos de los antepasados de los chimpancés y gorilas.

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Tras las huellas de nuestros orígenes. © Heliodoro Núñez y Antonio Paniagua. 2001