¿ De dónde venimos? |
Con frecuencia la respuesta a esta pregunta es que "el hombre desciende del mono". Y no es del todo correcta. No es correcto decir que descendemos de los monos, como si ya no lo fuéramos. En efecto, nosotros pertenecemos al grupo de los primates, sin embargo no procedemos de ninguna especie actual de mono sino de especies ya desaparecidas.
En la respuesta "el hombre desciende del mono", aparece la idea
de la "evolución": el cambio gradual de las especies
a partir de otras más simples. El evolucionismo fue la teoría
expuesta por Charles Darwin (1809-1882), recogida
en su obra "El origen de las especies" (1859). En esta obra, Darwin
utiliza el concepto de "selección natural" para
explicar cómo se produce la evolución de las especies.
La teoría de la selección natural considera que los miembros
de las distintas especies compiten intensamente por su supervivencia. Los individuos
que sobreviven, que darán lugar a la siguiente generación, tienden
a incorporar a sus características hereditarias aquellos rasgos que les
han permitido adaptarse mejor al medio ambiente, sobrevivir y reproducirse.
Sus descendientes heredarán estas características naturales más
favorables para su adaptación al medio. Así, el ambiente va "seleccionando
de forma natural" ciertos rasgos, que se hacen más frecuentes en
cada generación. Con el paso del tiempo, los individuos van cambiando,
y de un tronco común surgen varias ramas diferentes. Como consecuencia
de todo esto, cada generación mejorará en términos adaptativos
con respecto a las anteriores, y este proceso gradual y continuo es la causa
de la evolución de las especies.
Darwin afirmó también que todos los individuos emparentados descendían de un antepasado común. De esta manera, Darwin no pensaba que el ser humano descendiese del mono, sino que el hombre (un primate) y otros primates descendían todos de antepasados comunes.
Llegamos así al concepto de "hominización",
concepto utilizado para definir los cambios o transformaciones que ha sufrido
el ser humano a lo largo del tiempo, es decir, la evolución humana desde
una fisonomía parecida a los simios hasta el estado actual. En el proceso
de hominización hay una serie de logros fundamentales que han permitido
llegar hasta el ser humano actual. Estos logros son:
a) La marcha bípeda (poder caminar con dos pies). Esta forma de locomoción provocó una serie de modificaciones imprescindibles: una columna vertebral con cuatro curvaturas, que permite que el centro de gravedad del cuerpo describa al andar casi una recta, una pelvis ancha, una rodilla que puede doblarse en un solo sentido, un hueso del talón alargado y un pulgar del pie largo y alineado con el resto de los dedos de los pies. La marcha bípeda permitió liberar las manos, que se convirtieron en instrumentos muy sensibles, capaces de manipular los objetos de forma muy precisa. En la mano humana, destaca el pulgar, que es alargado, puede rotar con bastante libertad y puede oponerse al resto de los dedos de la mano.
b) La cara y los dientes. El tercer logro del proceso de hominización es la disminución gradual del tamaño de la cara y de los dientes. Todos los grandes simios están dotados de enormes caninos (colmillos) que destacan del resto de los dientes. A medida que avanzamos en el proceso de hominización, observamos que los caninos van reduciéndose de tamaño. Además, los dientes que sirven para masticar -premolares y molares- han ido disminuyendo su tamaño progresivamente. Estos cambios provocan una disminución del tamaño de la cara y de las mandíbulas. La cara de los primeros antepasados del ser humano era grande y estaba situada al frente del cráneo. A medida que los dientes se redujeron y el cerebro aumentó, la cara disminuyó y varió su posición; así, la cara de los seres humanos actuales está situada debajo, no delante, del cerebro. Otros rasgos: en el ser humano actual destacan la nariz y el mentón en el perfil de la cara.
c) Tamaño del cerebro. La marcha bípeda se adquirió mucho antes de que comenzara el aumento del volumen del cerebro. La mayoría de los seres humanos actuales tiene una capacidad craneal entre 1.300 y 1.500 cm3. En el transcurso del proceso de hominización, el volumen de la masa cerebral se ha multiplicado más de tres veces. El aumento del tamaño del cerebro y de su complejidad ha permitido la evolución cultural y técnica del ser humano.
d) La adquisición del lenguaje articulado. Paralelamente al desarrollo del cerebro, el lenguaje articulado permitió transmitir información concreta de modo instantáneo. Fue un instrumento perfecto para la evolución cultural del ser humano, que le ha llevado a controlar el planeta, adaptando el entorno a sus necesidades.
Adelantamos aquí una idea resumen del proceso de hominización: La evolución humana no es un proceso líneal, sino que presenta variadas ramificaciones, de manera que nos vamos a encontrar con especies distintas de homínidos que van a vivir al mismo tiempo. Algunos se extinguirán y otros continuarán evolucionando.
Otra idea: Queda mucho por investigar y conocer. El proceso de hominización todavía no se conoce en su totalidad, hay muchas lagunas que impiden tener un conocimiento completo del mismo. Debemos tener presente que los restos fósiles humanos que se suelen encontrar, son escasos e incompletos, debido a que nuestros antepasados no fueron muy abundantes, ni eran tan torpes como para quedar atrapados en yacimientos fósiles.
La clasificación biológica que podemos dar del ser humano de hoy en día, es decir, de nosotros mismos, es la siguiente:
Clasificación Biológica del ser humano actual | ||
Es un animal | Reino | Animal |
Tiene espina dorsal | Filo | Cordados |
Espina dorsal segmentada | Subfilo | Vertebrados |
La madre amamanta a sus crías | Clase | Mamíferos |
La gestación se realiza en el útero dentro de la placenta | Subclase | Euterios |
Tiene extremidades con 5 dedos, posee clavícula y un único par de mamas situadas en el pecho | Orden | Primates |
Ojos en la parte frontal de la cabeza y cerebro grande en relación con el tamaño del cuerpo | Suborden | Antropoides |
Reducción de los caninos (colmillos), arcada dentaria de forma parabólica, reducción progresiva del último molar, esqueleto adaptado a la postura erguida y locomoción bípeda y cara progresivamente más vertical. | Familia | Homínidos |
Un cerebro notablemente más grande y complejo, una cara más pequeña y vertical, molares de menor tamaño, la nariz más prominente, así como modificaciones anatómicas y funcionales de la región pélvica y la forma general del cuerpo. | Género | Homo |
Rasgo que caracteriza específicamente: su inteligencia. | Especie | Sapiens |
Dos veces sapiens, para distinguirlo de la especie: Homo sapiens neandertalensis | Subespecie | Sapiens |