REUTERS / A.R. Johanesburgo/Madrid.
Paleontólogos surafricanos anunciaron ayer el descubrimiento
de un esqueleto prácticamente completo de un homínido
de hace unos 3,6 millones de años que puede aportar datos
fundamentales sobre la evolución del hombre. El esqueleto
fosilizado, de 1,22 metros de altura, fue hallado en el yacimiento
de Sterkfontein, cerca de Johanesburgo, donde apareció en
1924 el primer homínido africano, el cráneo bautizado
niño de Taung. "Un solo hueso sería emocionante,
pero éste, aparentemente, es todo un esqueleto que contiene
los secretos acerca de cómo funcionó esta criatura",
declaró ayer Phillip Tobias, el paleontólogo que dirige
el equipo de investigación de la Universidad surafricana
de Witwatersrand.
"Es el descubrimiento más importante desde que se halló
el cráneo del niño de Taung. Probablemente es más
importante aún.", destacó el veterano paleontólogo
Tobias. Hasta ahora, el más celebre esqueleto remoto casi
completo que se había encontrado de la línea evolutiva
humana es el bautizado Lucy (de su cráneo sólo se
han conservado fragmentos), hallado en Etiopía en 1974 por
el equipo del estadounidense Donald Johanson. Tiene entre 3,5 y
3,6 millones de años, según distintas estimaciones,
una edad similar a la del nuevo descubrimiento.
Ron Clarke, director de las excavaciones de Sterkfontein, afirmó
ayer que sólo se completará el significado del nuevo
esqueleto cuando se termine la excavación en una cantera
de caliza de 15 metros de profundidad en donde ha aparecido. [
]
Las primeras pruebas indican que el individuo no sólo caminaba
en posición erguida, sino que también era hábil
trepando a los árboles. Los investigadores aún no
han podido determinar su sexo.
"Los restos son de un momento en que la humanidad estaba experimentando
con la locomoción a dos patas. Realmente necesitamos toda
la información posible sobre cómo se movían
estos individuos, lo que nos indicará en última instancia,
cuál era su forma de vida", dijo ayer Hilary Deacon,
de la Universidad de Stellenbosh.
Tobias puntualizó que el nuevo fósil ayudará
también a establecer cuándo en la historia evolutiva
algunos monos empezaron a separarse en una línea que se ramifica
hasta el Homo sapiens.
Caminar erguido.
Lucy, una hembra de la especie Australopithecus afarensis de hace
unos 3,5-3,7 millones de años, media poco más de
un metro y caminaba sobre sus dos extremidades trasera. Su hallazgo
fue toda una revolución. También a los australopitecus
pertenece, al parecer, el esqueleto de Sterkfontein.Sin embargo,
en Etiopía, en los años noventa, el equipo del paleontólogo
estadounidense Tim White encontró una rica colección
de fósiles de homínidos más antiguos aún,
de 4,4 millones de años, que bautizó Ardipithecus
ramidus.
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Tan primitivo es, que su tipo de locomoción, aún
en estudio, sería mixto; es decir, los individuos de esa
especie podrían caminar sobre dos patas, pero estarían
plenamente capacitado aún para desplazarse por los árboles
utilizando todas sus extremidades.
Los paleontólogos sitúan entre hace cuatro y cinco
millones de años el periodo en que surge el bipedismo entre
los primates. Ardipithecus ramidus aspira a ser un auténtico
eslabón perdido, según un anticuado concepto que
los paleontólogos rechazan, porque la evolución
humana, como la de cualquier ser viviente, no se basa en un eslabón
determinante, sino en una maraña ramificada de especies.
Y en este sentido, también el esqueleto de Sterkfontein
podría ser uno de los muchos eslabones perdidos.[
]
Deacon puntualizó que el nuevo descubrimiento relaciona,
en torno al origen del hombre, Suráfrica con África
oriental, donde hasta ahora han aparecido los fósiles clave.
Los paleontólogos surafricanos están ya entusiasmados
con otra riqueza que ofrece el fósil: sus manos y sus pies.
Los huesos de los pies aportan información sobre la locomoción
y las manos sobre las capacidades manipulativas del individuo.
Sin embargo, es un poco arriesgado pensar que el homínido
hallado pudiera utilizar instrumentos de piedra. El registro fósil
conocido hasta ahora indica que las piedras talladas más
antiguas, de hace unos 2,3 millones de años, encontradas
en el río Omo, Etiopía, están asociadas al
género homo, en el que se registra una expansión
del cerebro respecto a sus antecesores.
Hace unos dos millones de años, los antepasados del hombre
salieron de África y se fueron extendiendo por Europa y
Asia. Hace casi un millón de años habían
llegado, sin lugar a dudas, a Europa, como demuestra la presencia
del bautizado como Homo antecessor en la española sierra
de Atapuerca, cuya antigüedad es de 800.000 años.
En una caja.
La historia del esqueleto de Sterkfontein, contaron ayer sus descubridores,
empezó hace tres años. Clarke identificó
en una caja que tenía una etiqueta que decía: "huesos
de animales", que habían sido recogidos en el yacimiento,
cuatro huesos de pie de homínido. De ahí dedujo
que el resto del esqueleto podía seguir en la caliza [
]
En ese yacimiento se han encontrado, desde hace décadas,
centenares de fósiles de gran importancia, aunque su datación
es más difícil que en los yacimientos de Kenia,
Etiopía y Tanzania, donde las condiciones geológicas
volcánicas permiten establecer la antigüedad con exactitud.
De la datación del nuevo fósil se ha encargado el
laboratorio de Geomagnetismo de la Universidad de Liverpool (Reino
Unido) [
] Los paleontólogos confirmarán el
hallazgo con la publicación de la información en
una revista científica.
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