Transporte de macromoléculas y partículas
Las grandes moléculas o pequeñas partículas que quedan
atrapadas por la membrana plasmática, forman vacuolas o endosomas (vesículas)
limitadas por membranas. El proceso por el que se ingieren moléculas
se este tipo se llama endocitosis, y el proceso por el que se segregan se
llama exocitosis.
a) Endocitosis
- pinocitosis:
cuando se crean pequeñas vacuolas (vacuolas líquidas de unos
150 nm de diámetro). La pinocitosis tiene lugar en zonas especializadas
de la membrana plasmática denominadas depresiones revestidas, recubiertas
en su cara citoplasmática por una proteína llamada clatrina.
Esta clatrina se organiza formando como un cesto responsable de la invaginación
de la membrana.
- fagocitosis: cuando
se trata de grandes vacuolas (como microorganismos o restos de células,
endosomas de más de 250 nm de diámetro). Para que ocurra la
fagocitosis deben existir en la superficie de la célula receptores
específicos para las sustancias que se van a englobar. De ese modo,
cuando una partícula se une a los receptores de la superficie de la
célula, ésta emite pseudópodos que engloban a esa partícula
formando un fagosoma.
En
ambos casos, las vesículas resultantes descargan su contenido directamente
en el citoplasma o se fusionan con lisosomas que contienen enzimas capaces
de digerir azúcares, lípidos, proteínas y otras moléculas
orgánicas.
b) Exocitosis
Se trata del proceso inverso y ocurre en dirección
opuesta, de manera que una vesícula revestida de membrana se fusiona
con la membrana plasmática para descargar su contenido al espacio extracelular.
Las moléculas segregadas se adhieren a la superficie celular y pasan
a formar parte del glucocáliz,
o bien se incorporan directamente a la matriz extracelular.
Tanto en la endo como en la exocitosis, generalmente la membrana de la vesícula
retorna a la superficie celular. Existe, por tanto, un continuo intercambio
de membrana entre la superficie de la célula y su interior.