El hallazgo de monedas en los yacimientos arqueológicos no es muy común. Hay que pensar que gran parte de las viviendas y edificios públicos fueron paulatinamente abandonados y por esta razón la gente se llevó consigo el dinero que tenía. Así, cuando encontramos una moneda debemos pensar que alguien la perdió sin querer.
Tesorillo de denarios de plata

En España, sin embargo, tenemos algunos ejemplos de tesorillos de monedas encontrados de forma casual y que fueron probablemente enterrados y escondidos por alguna persona que luego no pudo volver a recogerlo.

Para el arqueólogo el hallazgo de una moneda es realmente importante puesto que nos puede dar una fecha aproximada del momento en que fue utilizado el lugar en que se encontró.

Reverso y anverso de un denario de plata

Anverso de Denario de Julio César

Reverso de Denario de Julio César

Al igual que hoy en día, las monedas cambian de diseño con el tiempo. En las monedas romanas era muy común representar al emperador en una de sus caras. Las monedas así se acuñan en el momento en que sube un emperador al poder y prácticamente desaparecen cuando este emperador es sustituido por otro. Así, tenemos una período concreto de utilización de la moneda y podremos así dar una fecha aproximada del lugar en que fue encontrada cientos de años después.

En el mundo romano las monedas llegaron a utilizarse prácticamente como hoy en día. Desde los grandes transacciones comerciales hasta las pequeñas compras de cada día.