En las casas romanas no había tantos muebles como en las nuestras hoy en día. Se limitaban a los objetos más indispensables y empleaban, junto a las arcas y armarios, hornacinas y pequeños aposentos para guardar libros, vestidos y utensilios.
Mobiliario romano
La cama servía a los romanos no sólo para dormir, sino también como sofá y para comer recostados. Las mesas y asientos eran muy variados en la forma, estructura y material en que estaban elaborados.
Pie de lucerna Para alumbrar las casas, los romanos se servían de antorchas, velas y lámparas de aceite. Éstas podían ser de metal o de cerámica. Las pequeñas lámparas de aceite de barro se llaman "lucernas" y en ellas los orfebres derrochaban toda su imaginación y creatividad de forma que la tapa estaba siempre decorada con escenas de animales, personas o motivos vegetales. Aquí tienes dos ejemplos de lucernas:
Lucerna encontrada en El Palao (Alcañiz) Lucerna del siglo I d.C.

Las habitaciones se calentaban por medio de estufas portátiles de bronce o braseros fijos; sin embargo, se pasaba mucho frío.

 

Brasero romano