Los animales vertebrados
tienen una columna vertebral y un cráneo en los que se aloja el sistema
nervioso central, mientras que el sistema nervioso periférico se extiende a
través del resto del cuerpo. La parte del sistema nervioso localizada en el cráneo es el
cerebro y la que se encuentra en la columna vertebral es la médula espinal.
El cerebro y la médula espinal se comunican por una abertura situada en la base del
cráneo y están también en contacto con las demás zonas del organismo a través de los
nervios.
Tenemos entonces tres elementos a atender: Neuronas
sensitivas, neuronas motoras y nervios.
Así mismo, también existen otros grupos de fibras motoras que llevan los impulsos nerviosos a los órganos que se encuentran en las cavidades del cuerpo, como el estómago y los intestinos (vísceras). Estas fibras constituyen el sistema nervioso vegetativo que se divide en dos secciones con una función más o menos antagónica: El sistema nervioso vegetativo simpático y el sistema nervioso vegetativo parasimpático. Estas dos secciones controlan las funciones de los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo y urogenital.