Para expresar una idea o situación podemos usar el lenguaje de varios modos dependiendo de QUÉ queremos decir y CÓMO queremos decirlo para provocar en el oyente (lector) determinados sentimientos o emociones. Los tres usos más frecuentes del lenguaje son:

Es el uso que todos hacemos corrientemente en las conversaciones con nuestros familiares y amigos. Expresamos pensamientos, sentimientos y hechos de un modo rápido, con repeticiones, sobrentendidos, etc.

En el lenguaje coloquial es fundamental la situación y la presencia física de los interlocutores, lo que permite un cierto descuido en la expresión (elipsis), suplido por los gestos y la entonación. La función apelativa es importante y se manifiesta en constantes llamadas al interlocutor.

"Vaya... Venga, te vendo un chollo. (Una ganga! Es una cosa fenomenal, un chisme que no se te estropeará en mucho tiempo."

El lenguaje científico busca la precisión y trata de manifestar el máximo de conceptos con el mínimo de palabras. Se caracteriza por una terminología especial que evita la polisemia y la connotación. Su ideal de claridad y su función intelectual determinan que sea esencialmente denotativo y referencial.

Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del volumen del fluido que desaloja.

Principio de ARQUÍMEDES

Las palabras se seleccionan y ordenan cuidadosamente para lograr una mayor calidad y belleza en el uso de la lengua. El lenguaje literario se caracteriza por la connotación y por la búsqueda de la expresividad original, que es uno de los elementos de la función poética.

Caminante, son tus huellas

el camino y nada más.

Caminante, no hay camino,

se hace camino al andar.

A. MACHADO.