El problema del movimiento planetario

En el capítulo movimiento de los planetas en el zodíaco vimos que los movimientos de los planetas vistos desde la tierra son bastante extraños: cambian de velocidad, y a veces van hacia atrás. Dijimos que la explicación de que vayan hacia atrás es un problema de punto de vista: lo que vemos no es el movimiento real en el espacio, sino que es la manera en que se ve desde la tierra el movimiento real en el espacio, el cual se ve en el capítulo órbitas de los planetas del sistema solar, y a primera vista se nota que es un movimiento mucho más sencillo, regular y ordenado.

Es difícil imaginarse, mirando este mapa de las órbitas, cómo se ve el movimiento desde la tierra, que es el puntito azul que da vueltas cerca del centro del dibujo.

Pero los astrónomos de tiempos antiguos tenían un problema todavía peor. Lo que veían en el cielo era el movimiento de los planetas en el zodíaco, y, a partir de lo que veían, querían averiguar cómo era el movimiento real en el espacio.

El problema resultó complicadillo; no se encontró su solución hasta catorce siglos después de Tolomeo.

El dibujo de la derecha representa el movimiento de Marte y el sol entre las estrellas del zodíaco, según se ve desde la tierra. El punto azul representa la tierra, el amarillo es el sol y el rojo es Marte. Los puntos blancos representan las estrellas del zodíaco. Este mismo movimiento lo vimos, mejor pintado, en el capítulo movimiento de los planetas en el zodíaco, pero en este diagrama sólo se ve la parte que nos interesa: Marte, el sol y la tierra.

Pulsando el botón "marcha" podremos ver que Marte avanza durante un tiempo por el zodíaco, se deja adelantar por el sol (mientras el sol lo adelanta no lo vemos, porque el sol nos deslumbra), sigue avanzando, se para, va hacia atrás durante unos meses, se vuelve a parar, vuelve a arrancar hacia adelante, y vuelta a empezar. El retroceso se llama retrogradación o movimiento retrógrado. Entre una retrogradación y la siguiente pasan 780 días, algo más de dos años.

Además de marchar hacia atrás, Marte cambia de brillo. Normalmente casi no destaca entre las estrellas, pero su brillo aumenta mucho cuando marcha hacia atrás. Cada quince años, más o menos, hay una o dos retrogradaciones en que el brillo de Marte llega a superar al de Júpiter.

Según los astrónomos griegos, los cambios de brillo se debían a que a veces Marte se acerca mucho a la tierra; habrían dicho que el dibujo de arriba, está mal hecho, porque en él Marte está pintado como si siempre estuviese a la misma distancia de nosotros. Para entender por qué Marte a veces retrograda y aumenta de brillo, y para saber predecir sus movimientos, habría que averiguar cómo es el movimiento real de Marte en el espacio.

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