¿Están de verdad quietas las estrellas?

Las puntitos de luz que se ven en el cielo (menos los cinco planetas que se ven a simple vista) siempre forman los mismos dibujos, y nunca se ve que cambien de lugar. Alguna que otra vez aparece una "nova" o una "supernova", es decir, una estrella nueva que no se veía antes, pero desaparecen pronto.

Sin embargo, las estrellas tienen un movimiento muy lento, cada una el suyo. Se puede detectar midiendo la posición de las estrellas con mucha exactitud, pero es tan lento que el cielo de hace dos mil tenía las mismas constelaciones y el mismo aspecto que el nuestro. Pero como es un movimiento sostenido, al cabo de unos cientos de miles de años la forma actual de las constelaciones se habrá deshecho.

Se pueden detectar estos cambios, sin necesidad de instrumentos muy exactos, comparando un mapa actual de las estrellas con uno muy antiguo. Como el catálogo de estrellas de Hiparco, una lista de las posiciones y brillos de mil estrellas. En el siglo XVII Edmund Halley comparó ese mapa con los de su época y encontró que dos de ellas se habían movido, Sirio y Proción.

Podemos ver el desplazamiento en esta figura, que lleva un mapa antiguo y uno moderno, uno encima del otro. Pulsando el botón "X", el mapa de atrás pasará adelante.

El mapa moderno indica la posición de las estrellas en 1999 y el mapa antiguo es lo que se veía en el año 1, en tiempos de Hiparco (calculado según medidas actuales del movimiento, que concuerdan muy bien con las medidas directas de Hiparco). Se verá que las estrellas se han movido muy poco en dos mil años.

Las dos estrellas más brillantes que se mueven en la figura, en Canis Maior y Canis Minor, son Sirio y Proción. Algunas estrellas del dibujo, menos brillantes, también se mueven, pero éstas no estaban en la lista de Hiparco.

En el mapa de las estrellas cercanas podremos ver que Sirio y Proción son dos de las estrellas más cercanas a la tierra. Pero no encontraremos en él las estrellas de Orión, que no se mueven en estos dibujos, porque están a más de 60 años luz. Así que, a primera vista, se diría que este movimiento de las estrellas es como el movimiento de los árboles vistos desde un tren en marcha: los más cercanos parecen moverse más deprisa. El desplazamiento de estas estrellas hacia el sur del mapa en dos mil años sugiere que el sistema solar entero se está moviendo, con respecto a las estrellas cercanas, hacia el norte de este mapa.

Este movimiento de las estrellas se debe a que todas las estrellas que vemos, y el sol también, están más o menos dando vueltas al centro de la Galaxia, pero a velocidades diferentes. El tiempo que tarda una estrella de esta parte de la galaxia en dar una vuelta al centro se calcula que es del orden de doscientos millones de años.