La equivalencia de las diferentes maneras de ver el movimiento de Marte.
Este dibujo contiene los tres dibujos de los tres capítulos anteriores superpuestos.
En el menú del dibujo
podemos escoger cuatro explicaciones diferentes de por
qué Marte se mueve como se mueve
(se explican en detalle en
la lista de más abajo).
Se puede ver que los cuatro modelos
explican bien las direcciones en que se ve Marte, y sus cambios de brillo.
De hecho,
aunque ni Tolomeo, ni Copérnico, ni Brahe lo sabían (porque no tenían manera de
medir la distancia a Marte), nosotros sabemos que la distancia real de la tierra a Marte
está a escala
con la
que se ve en cualquiera de los modelos.
No hay que dejarse engañar por esta coincidencia de los cuatro
modelos de Marte con la realidad, porque Tolomeo no acertó igual de bien en todo.
Con los otros cuatro planetas acertó las distancias igual de bien que con Marte, pero
con el sol y la luna
no.
Los modelos de Tolomeo del Sol y la Luna predicen bien el movimiento de
las líneas visuales tierra-luna y tierra-sol, pero las distancias del
modelo no están a escala con las reales. Esto no deja de ser curioso,
porque Tolomeo tenía los medios de medir la distancia a la luna en
diferentes momentos, pero su modelo de la luna sólo coincide con las
distancias reales en luna llena y en luna nueva. No se sabe a qué se
debe esto. Tal vez Tolomeo no hizo medidas de la distancia a la luna
durante los cuartos, o tal vez tenía de sobra con que sus predicciones
de distancia fueran correctas durante los eclipses, y sabía que le
fallaban en los cuartos, pero le daba igual.
Cuatro explicaciones diferentes del movimiento de Marte
(que vienen a ser la misma):
antes de seguir leyendo.
- Tolomeo 1
- Esta es la teoría original de Tolomeo.
El sol está pintado en el dibujo como si siempre
estuviese más cerca que Marte, pero Tolomeo se daba cuenta
de que no podía saber si de verdad estaba
más cerca, o más lejos, o a veces más cerca y a veces más lejos.
Durante muchos siglos se creyó que el sol debería estar más cerca que Marte,
como se ve en este dibujo,
primero
porque parece razonable suponer que lo que vemos
moverse más despacio esté más lejos, y segundo porque
no les gustaba la idea de que los círculos del dibujo se entrecruzaran.
Se solía creer entonces que los círculos
correspondían a objetos sólidos, aunque invisibles, las
"esferas de cristal",
y que por eso el sol no podría cruzar el mecanismo de esferas que mueve a Marte.
- Tolomeo 2
- Aquí se ve lo que pasaría si supusiésemos que el sol está algo más
lejos de la tierra que en la figura "Tolomeo I". El movimiento de Marte
se explica igual de bien con esta construción que con la anterior. Si
creemos que los círculos son imaginarios, y no objetos sólidos, no hay
ningún problema en suponer que se cruzan. El único problema podría ser que
el sol chocase con Marte, pero en el dibujo podemos ver que esto no pasa.
- Brahe
- La teoría de Tycho Brahe se diferencia de la anterior en que
en lugar de dibujar dos círculos para explicar el movimiento de Marte sólo se dibuja uno,
alrededor del sol.
En lugar de decir que Marte da una vuelta al punto gris cada año
y el punto gris
da una vuelta a la tierra cada dos años, decimos que Marte da una vuelta al sol cada dos años, y el sol da una vuelta a la tierra en un año.
Obsérvese que cuando cambiamos el menú de la opción
"Brahe" a la opción "Tolomeo 2",
el círculo cambia de posición, pero el sol y Marte siguen exactamente
donde estaban, así que lo que se ve desde la tierra es lo mismo, se pinte la figura como se pinte.
- Copérnico
- La teoría de Copérnico se diferencia de la de Tycho en que en lugar de decir que el sol da vueltas a la tierra,
decimos que la tierra da vueltas al sol. El movimiento de Marte visto desde la tierra sigue siendo el mismo.
Pasando el menú de "Brahe" a "Copérnico", podemos ver que hay un círculo
que cambia de sitio, pero el Sol y Marte siguen estando donde estaban.
-
En nuestros tiempos,
los científicos
no se toman
muy en serio
los modelos matemáticos y geométricos
que ellos mismos inventan, y por eso
hay una tendencia a pensar que
lo mismo da cómo dibujemos los
círculos, siempre y cuando
los puntos se muevan igual. Pero en los
siglos XVI y XVII había que irse con cuidado al decir qué es
lo que daba vueltas a qué, porque más de uno acabó
en la hoguera por escoger la opción de menú que
contradecía las sagradas
escrituras.
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