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ARTE  IMPERIAL PERSA:   EL PALACIO.

Cuando Ciro emprende sus monumentales construcciones en Pasargada, el arte aqueménida parece haber alcanzado ya su madurez. En el se conjugan armoniosamente la tradición nómada con el lenguaje artístico propio de los pueblos circundantes. Así, la propia estructura de los palacios asume una distribución mas acorde con las raíces pastoriles que con los palacios mesopotámicos; las salas hipóstilas parecen préstamo egipcio, mientras que los asirios deben haber inspirado el empleo de los ortostatos, los urarteos, la construcción en terrazas, y los griegos, tanto elementos arquitectónicos como de expresión escultórica. Pero, a pesar de todo ello, el arte aqueménida es. en buena medida, deudor del arte mesopotámico. al igual que su propia estructura imperial.

Pasargada se configura, pues, como un gran campamento nómada, en el que las tiendas, ahora edificios, quedan integradas dentro del paisaje. ahora un recinto cerrado, ajardinado y con animales en libertad, conocido por los griegos como "paraíso" (paradeisos). La entrada monumental de este inmenso parque era de tipo asirio, con toros alados y lamasu protegiendo el acceso, un pórtico con ocho columnas. Una vez en el interior del recinto, los edificios se encontraban arbitrariamente distribuidos. Destaca la Apadana, Sala de las Audiencias, habitación cuadrangular, cada uno de cuyos laterales tiene su propia puerta, protegida por un pórtico de doble columnata. La cubierta de la habitación principal estaba sustentada sobre ocho columnas de doce metros de altura, el doble que las de los pórticos. Este edificio será el referente sistemático de la posterior arquitectura aqueménida.

No lejos de la Apadana se encuentra el palacio residencial, de planta rectangular mas alargada, que permite dos grandes pórticos en los laterales mayores. El interior se divide en tres espacios simétricos. En el centro hay una sala hipóstila, flanqueada por los otros dos espacios, de los cuales uno se subdivide en dos estancias.

Dentro del parque hay una zona sagrada, compuesta por dos altares al aire libre y una terraza de seis escalones, como prescribe la religión. De esa prescripción se deriva la ausencia de arquitectura sacra en el mundo persa.

J. Alvar Ezquerra. Las claves del arte mesopotámico y persa.
Ed. Arín. Madrid. 1989 págs. 68-70.


Apadana de Persépolis

Bajorrelieves de la escalera

Planta de Persépolis

Columna característica persa.

Reconstrucción de entrada a la Apadana en Persépolis.