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Arte e Internet
 

ARTE, INTERNET Y EDUCACIÓN. Natalie Bookchin

Sobre Internet y la producción artística actual

Creo que en el actual marco del arte contemporáneo, caracterizado por su pluralidad, Internet no tendrá un impacto muy grande sobre la producción artística. Los artistas que trabajan con soportes convencionales continuarán con ellos, y el arte en la red se presentará como una opción más entre otras.

En los años treinta, Walter Benjamin escribió que el medio fotográfico cambiaría el arte. Este nuevo medio que permitía la reproducción mecánica de un negativo al infinito, podía reducir su valor en el mercado y hacer del arte una actividad más democrática. En vez de ello, la reproducción infinita ha conllevado la producción infinita de anuncios, convirtiéndose más en una aliada del capitalismo que de la democracia.

El vídeo, un medio barato y accesible, fue nuevamente reivindicado en los años 60 como una posible herramienta para democratizar y revolucionar el arte. Los artistas aspiraban a tener acceso a los canales de comunicación y a hacer el arte más accesible a todo el mundo.
A pesar de la accesibilidad del video, los medios de comunicación más habituales ya han sido controlados por las multinacionales y los gobiernos. De hecho, con el tiempo se ha visto que los canales de comunicación no se han abierto sino que se han cerrado con más fuerza.
Lo que ocurrió con la fotografía y el vídeo fue que, en vez de modificar la producción artística, ellos mismos fueron modificados para formar parte del arte establecido y servir mejor al mercado. La fotografía, un medio reproducible, se realizaba mediante ediciones limitadas para aumentar el valor de cada copia. De la misma manera, el vídeo fue aceptado en el mundo del arte y en las casas de los coleccionistas en forma de instalación o escultura realizado inicialmente para estos espacios.
En sólo siete años, la rápida aceptación del arte en red en el contexto artístico ha favorecido la producción del arte que no está únicamente localizado en el espacio virtual de Internet sino también en el espacio real en forma de instalaciones, proyecciones y esculturas. El arte en Internet empieza a parecerse a las demás prácticas.

Opino que una herramienta, más allá de su poder, no cambia nada por sí misma. Es necesaria la voluntad de los productores para cambiar la producción. La producción artística podrá cambiar solamente siempre y cuando los artistas tengan más libertad y apoyo exterior y, sobre todo, no necesiten del apoyo del sistema tradicional del arte para la distribución y producción creativa, crítica y "artística".

Sobre el arte como espacio público

Internet es un espacio caótico y desordenado donde las redes de información se cruzan y colisionan. La distribución de la información en Internet es menos jerárquica que en el espacio físico, debido a su estructura rizomática y a la multiplicidad de vínculos.
De esta manera, el acceso a la información se produce de una manera horizontal y no vertical. Contrasta con el espacio tradicional del museo moderno caracterizado por ser un espacio blanco, limpio y aséptico, cuyas paredes protegen el arte del mundo exterior.
Y, finalmente, recrea una experiencia urbana de la ciudad del siglo XIX, los encuentros casuales: a menudo recorriendo un camino se termina en otro completamente distinto. Permite que el arte en la red pueda ser visitado de forma casual o accidental por un público no especializado y, por lo tanto, llegar a una mayor audiencia. El artista puede llamar la atención de cualquier persona, ya sea en la oficina, en la escuela, en casa o en cualquier parte donde haya una conexión a Internet.
Voy a mencionar un dispositivo característico de este entorno virtual que se utiliza para llamar la atención del público:

Puedes incluir keywords (palabras clave) en tu página web para facilitar que la gente que busca determinados temas a través de un buscador acabe visitando tu site. Yo utilicé esta táctica en mi trabajo titulado "la Intrusa" introduciendo un centenar de palabras en la front page (página principal) tales como: mujeres, hombres, amor, juego, sexo, arte, tecnología, Freud, juegos de video, homoerótica, género, extranjeros, subversión, parejas, net.art, ciberfeminismo, mujer fatal, guerra, cibersexo, etc.
Así, cuando usas la combinación de estas palabras en un buscador, una de las primeras respuestas que te ofrece es un enlace al web de "la Intrusa".
Sobre la educación artística y los nuevos medios
La enseñanza de los nuevos medios puede enfocarse excesivamente en el mercado cuando se usa sólo el software que existe en y para el mercado, lo cual convierte al estudiante en un técnico que necesita conocer todo el software nuevo. Distintamente, es importante establecer un nivel de enseñanza fundamental que permita a los estudiantes acercarse a una amplia variedad de opciones y aplicaciones. Los estudiantes podrían aprender qué es posible y así centrarse en lo que necesitan saber para realizar el trabajo que desean hacer.

Las clases deberían enfocarse hacia un trabajo en colaboración. Esta metodología tiende a menudo a ser ignorada en las escuelas de arte, las cuales continúan dando una mayor atención al desarrollo del talento individual.
La educación debe ser más interdisciplinar. Para algunos artistas que trabajan con los nuevos medios es más importante aprender algo sobre ciencia o ingeniería, que dibujar una figura o manipular el barro con destreza. La historia del arte es igualmente importante pero también lo es la historia social y política, la tecnología, así como los conceptos de visibilidad, vigilancia, biotecnología, las redes, la globalización, la comprensión del cuerpo y del género, la identidad, etc. Los artistas se enfrentan a estos nuevos fenómenos en la cultura digital actual.

Sobre los centros promotores de la producción artística y su papel en la formación artística contemporánea

En el año 2000, los comisarios de la Bienal del Whitney Museum en Nueva York decidieron incluir net.art en la muestra. Me parece bien que se incluya net.art en la Bienal, puesto que la Bienal es conocida por su interés en el arte de vanguardia, pero desafortunadamente la presentación nos dio una lección de cómo no se debe presentar el net.art en el museo. En vez de desarrollar nuevos modelos de presentación para estas nuevas prácticas, finalmente se mostraron al público como si fuera una exposición de vídeo arte.
Se mostraron media docena de proyectos en un único ordenador. Para mirarlos, tenías que sentarte en un banco situado en una habitación oscura, simulando una iglesia. Sólo a una persona se le permitía navegar para el resto de la audiencia. Muchos de los proyectos de net.art que se habían realizado para ser vistos o leídos en la pantalla requerían de una experiencia individual.
Me pregunto qué interés tiene sentarse en un cuarto de un museo donde debes pagar para entrar, cuando puedes tener acceso gratuito a todos los proyectos desde cualquier espacio, incluso más privado y cómodo, con una conexión.

La experiencia del Walker Art Centre de Minneapolis.


El Walker Art Centre de Minneapolis es una institución norteamericana que ha apoyado el net.art y su discurso desde 1998. dirigido por Steve Dietz.(http://www.walkertart.org/nmi/)
La iniciativa empezó con la convicción de que Internet y los nuevos medios digitales requieren un nuevo apoyo por parte de los centros de arte. Es una iniciativa que ha abierto el debate y el análisis sobre las nuevas formas de arte desde dentro de las estructuras que deben dar este apoyo. El proyecto es básicamente online y se basa en la asunción de que la manera en que el museo exhibe y compra arte digital ya no es la forma más viable de dar apoyo al net.art. En lugar de ello, el centro redirige el apoyo a los artistas y a su trabajo online incentivando la producción de nuevas obras, la contextualización de la obra acabada y el archivo del trabajo que está desapareciendo. Da soporte económico y establece un contexto que incluye entrevistas a los artistas y artículos teóricos para hacer más accesible el trabajo al usuario.

Steve Dietz adquirió relevancia gracias a la Digital Arts Study Collection donde cuestionaba la política del museo como institución que preserva el arte en relación al net.art. Él inició un programa que investigaba sobre los factores que complican el proceso para coleccionar y archivar los nuevos medios, por su carácter efímero, situados en este espacio sin límites que es la red.
También empezó a preocuparse sobre la obsolescencia de la tecnología, viendo la necesidad de archivar la obra digital junto al hardware y software con que fue creada para evitar problemas de visibilidad en el futuro.

Steve Dietz también ha organizado exposiciones y debates online sobre estos temas. Por ejemplo, organizó una serie de exposiciones online con textos de invitados. Vinculó una obra o actividad del museo con un equivalente virtual y abrió un fórum online durante seis meses sobre las nuevas posibilidades que ofrecía el medio.

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